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Marcos Witt habla de los cambios líricos y musicales en la adoración de hispanos

Las canciones de Marcos Witt produjeron una renovación total en la Adoración de la Iglesia Latinoamericana.

This conversation was conducted by Jaime Lázaro in Spanish. Read it in English here.

El más grande escándalo que produjo una renovación total en la Adoración de la Iglesia Latinoamericana, sucedió unas tres décadas atrás.

Un jovencito, llamado Marcos Witt, hijo de misioneros norteamericanos, nacido en Texas y criado en Durango, México, empezó a presionar las teclas de su piano y a interpretar melodías y letras inaceptables para muchos líderes de Iglesias de ese tiempo.

Canciones como “Cuán bello es el Señor” o “Renuévame”, rebasaron su Durango querido, para cruzar fronteras con una fuerza tal que nada las pudo detener.

Las letras simples pero profundas, con melodías fáciles de cantar y difíciles de olvidar, se hicieron “himnos” de manera natural, en medio de una fuerte oposición de pastores conservadores.

Pero Marcos no era un improvisado. Desde muy niño -gracias a sus padres- aprendió música, a la par de sus estudios básicos realizados en la «American School of Durango». Más adelante, siguió con la música en la Universidad Juárez de Durango e hizo estudios teológicos en el «International Bible College», de San Antonio, Texas.

El costo que Marcos Witt tuvo que “pagar” por este “atrevimiento”, fue alto. Con toda seguridad, él no se lo imaginaba. Marcos simplemente, empezó a oir la voz del Señor y a plasmar ese mensaje por medio de canciones que renovaron los corazones de los creyentes hispanos alrededor del mundo.

Los inconformes con la música de Marcos, le dijeron de todo. Entre otros muchos adjetivos, fue tildado de “Diabólico”, por haber vendido su alma al Diablo para tener fama. Ahora suena como un chiste, pero en su tiempo no lo fue. Marcos lloró y sufrió por todo esto. Sin embargo, nada lo detuvo, aunque ganas de abandonar la misión, por seguro, no le faltaba. Uno de los golpes fuertes, fue cuando se enteró que un pastor de jóvenes había invitado a todos sus muchachos a traer los casetes de Marcos Witt, para quemarlos en “Santo Holocausto”.

Sin embargo, a Marcos nada lo detuvo. En 1987 fundó CanZion Producciones, luego el Grupo CanZion. En 1994, inició el Instituto CanZion, una escuela dedicada a la preparación de líderes de alabanza y ministros de música. Ha grabado más de 30 álbumes y publicado unos diez libros en español. Se ha presentado ante millones de personas en los más grandes recintos de Latinoamérica y Estados Unidos. Ha sido reconocido y distinguido en innumerables ocasiones, como el «Premio de la Gente», «Premios Billboard de la Música Latina», además de varios Latin Grammys. Del 2002 al 2012, fue pastor principal de la comunidad hispana de Lakewood Church, en Houston, Texas.

Hoy, casi treinta años después, sentados en un Café, en Los Angeles, California, recuerda con alegría y nostalgia ese pasado… que fue necesario.

Este interesante diálogo con Marcos Witt, deja algunas preguntas en el aire sobre las cuales debemos meditar:

• ¿Está Dios detrás de esas canciones que no se ajustan a nuestras preferencias musicales?

• ¿Criticamos o vetamos a un Adorador, sin conocerlo, por el simple hecho de haber escuchado algo malo acerca de él o de ella?

• ¿Debemos detener un proyecto cuando tenemos la seguridad que Dios nos lo dió?

• ¿Estamos apoyando activamente a la música como un elemento importante en la Adoración?

La Conversación

¿Tuviste algunas experiencias en tu niñez o en tu juventud que fueron determinando tu rumbo?

Muchísimas, una de ellas es que mi mamá nos forzó a estudiar música. No había opción en mi casa. Les digo a las personas, que en ese sentido vivíamos bajo la Ley no bajo la Gracia (risas). Mis hermanos y yo teníamos que estudiar. Yo me enamoré de la música a los 13 años de edad.

¿Qué estudiabas, piano?

Si estudiaba piano y de repente me di cuenta que me venía fácil, que era algo que dominaba, que aprendía, que me hacía lógica. Empecé a meterme tanto en la música que me llevó al camino de pensar en hacer música de manera professional.

¿A qué edad sucedió eso?

A los 14 o 15 años de edad. Para esa edad, yo ya sabía a ciencia cierta que Dios iba a usar mi música.

¿Siempre fuiste bilingüe?

Siempre.

¿Te inspirabas en español o en inglés?

En los dos idiomas. Mi primera canción la compuse en español, pero también componía canciones en inglés. Estaba estudiando ópera, entonces también estaba aprendiendo a cantar en italiano y en alemán.

¿Cuántos años estudiaste música?

Fueron 14 años que estudié formalmente la música, aparte de mis estudios regulares. Estudié en la Universidad Juárez del Estado de Durango. Mi formación fue clásica, estudiando a Beethoven, Chopin, etc. En el lado del canto estudié ópera.

¿Hubo alguna experiencia en tu vida antes de ser conocido que podemos resaltar?

Fueron muchas experiencias. Una de las principales fue a los 16 años cuando entregué mi vida 100 por ciento a Jesucristo. Yo había crecido en la Iglesia. Mis papás eran misioneros, pero yo tomé una decisión personal. Me di cuenta que estaba idolatrando la música y que se había convertido en un ídolo, en un dios en mi vida. Entonces una tarde a los 16 años y medio, le entregué mi vida y toda mi música. Yo considero que ahí fue el inicio de lo que es mi Ministerio en la música, porque esa tarde le dije “Señor, te doy mi música, para que tu la uses como tu mejor creas”.

¿Fué algo natural o fenomenal, fue en un servicio o cómo fue?

No fue en un servicio; fue una decisión. Una tarde, yo mismo me di cuenta cómo la música me estaba obsesionando, me estaba consumiendo. Entonces, fui a un lugar en la ciudad de Durango, donde hay un cerrito, que se conoce como el “Cerrito de los Remedios”. Ahí hay una Iglesia Católica que se llama “Nuestra Señora de los Remedios”. Subí ahí. Estaba viendo toda la ciudad, eran las 6 de la tarde más o menos. Fue en ese lugar, donde le entregué todo a mi Señor, incluyendo mi música. Yo sabía que nada iba a ser igual. Tal cual, así fue.

El inicio de un largo recorrido ¿Verdad?

Así es. A partir de entonces, cambiaron mis planes, porque yo estaba pensando ir a estudiar música clásica. Yo quería estudiar en Viena o Austria, quería estudiar conducción de coros. Iba a continuar mi Carrera en canto, en ópera.

Ahora entiendo por qué siempre vuelves a melodías medias clásicas

Cualquier persona que ha visto mi trabajo a través de los años, pueden observar algunas oberturas que he escrito que reflejan mucho mi formación. Mis composiciones mismas, tienen una construcción con influencia clásica. Entonces, en lugar de ir a estudiar música clásica, decidí ir a estudiar Biblia. A partir de ahí, cambia mi rumbo.

¿Es muy grande el peso de ser una “leyenda”?

¡Ah caray! A mí nunca me han dicho que soy una leyenda (risas). La respuesta es no, porque no me veo como una leyenda, no me pesa en lo más mínimo.

Pero como la pieza clave y la más importante en la transformación de la adoración en la Iglesia Latina…

Yo me siento honrado de poder haber hecho lo que hice. Me siento sorprendido de todo lo que Dios hace conmigo y al mismo tiempo me honra mucho. Pero lo que hay que recalcar es que nunca me senté en una mesa para decir: “Okay, voy a transformar la Adoración en América Latina”. Nunca fue un plan. Mi plan fue ayudar a la gente a acercarse al Señor a través de la música.

¿Pero te asustabas cuando veías que todos cantaban tus canciones?

Pues no me asustaba; me daba mucho gusto, pero me sorprendía. Recuerdo la primera vez que fui a la Argentina en el 93. No importaba la ciudad a donde nosotros llegáramos, la gente cantaba a voz en cuello, canciones como “Has cambiado mi lamento en baile, Renuévame”, etc. Yo llegaba a estos lugares grandes y pequeños. Sin importar el tamaño del lugar, la gente cantaba a voz en cuello. Yo nunca había ido a Argentina, ni siquiera teníamos una ruta de venta legítima de nuestra música en ese lugar, sin embargo toda la gente sabía las canciones. Fue ahí donde empecé a darme cuenta que esto iba mucho más allá de Marcos Witt. Esto tenía que ver con un soplo de Dios, con un impulso del Espíritu Santo que estaba viniendo de arriba. No había forma de explicarlo. Nosotros no estábamos haciendo nada. Te doy un ejemplo; un día fui a un Seminario de Marketing, donde me explicaban las cosas que debía hacer. Cuando regresé de ese seminario al hotel, le dije al compañero que había ido conmigo: “hemos hecho todo mal. No hemos hecho nada como este señor dice que debemos hacer”. Y sin embargo estábamos vendiendo millones de discos y la gente cantaba nuestras canciones. Y ahí , en ese seminario de marketing es donde me di cuenta de esa Palabra que dice “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Nuestra debilidad era el marketing, no sabíamos mercadear y sin embargo Dios se hizo fuerte porque estaba impulsando y soplando algo.

En esa etapa, cuando las Iglesias empezaron a cantar tus temas, reemplazándolos con los himnos ¿Cuál era el tema que más se entonaba?

“Cuán bello es el Señor”, fue una canción muy fuerte. “Tu y yo”, “Poderoso”, “Renuévame”, hasta el día de hoy sigue siendo una de las más cantadas. Y este fue el tema más atacado por los teólogos porque era demasiado sencillo, “porque no decía todo el consejo de Dios. Yo les decía, que no lo escribí con el fin de que sea todo el consejo de Dios”. Lo escribí para que fuera devocional, meditacional, inspiracional. La canción no era “Teológica” Y ese era el pleito. Los antiguos y los padres de las denominaciones, del movimiento Cristiano, estaban muy cómodos con sus himnos y no estaban muy contentos con este cambio que estaba surgiendo dentro de sus Iglesias. Entonces me atacaron a más no poder. Quemaban mis casetes, “en Santo Holocausto”. ¿Tú sabes lo que es eso? Decían que no era de Dios, que la música tocada al revés tenía mensaje diabólico, que le faltaba contenido, que la música era muy mundana. Yo sufrí por ser pionero y fui el que recibí la mayor cantidad de golpes.

Porque eras un escándalo

Fue un escándalaso.

Porque no sólo renovaste las letras, también los ritmos

Exactamente. ¡Fue una renovación total! No sólo fueron las letras, ritmo y estilo, porque estábamos acostumbrados al himno que contenía verso/coro/verso/coro. De repente vienen estas cancioncitas tan sencillas y la gente dice: esto no tiene carne, esto no tiene profundidad, por eso la gente estaba molesta.

¡Además, para cantar estas canciones necesitamos más que un piano!

¡Exacto! O un órgano.

¿Cómo vamos a meter una batería a la Iglesia?

¡Uy! Mi mismo papá me peleaba eso. El y yo nos dábamos unos agarrones terribles, porque él no quería la batería en la Iglesia. Después de muchos años, al fin él aceptó.

¿Qué fue lo más duro que dijeron de ti en ese tiempo?

Cuando me empezaron a acusar de diabólico, de que me había vendido al Diablo, que le había dado mi alma para tener fama. Ese tipo de declaraciones ¡En qué cabeza le caben! ¡Dios mío! Eso me dolió profundamente. Cuando supe que un pastor de jóvenes había invitado a todos sus jóvenes a traer mis casetes para quemarlos en “santo holocausto”. Eso me dolió profundamente, porque cada canción, cada grabación era hecha con tanto amor, con tanto cariño, con la Biblia en la mano. Yo tenía un papá que no me permitía cantar una canción si no tenía fundación bíblica fuerte. Me lo cuestionaba a cada rato. Y eso fue muy bueno para mi, porque hasta el día de hoy, cuando compongo una canción, siempre le estoy buscando el fundamento bíblico. Le poníamos tanto amor a esos proyectos y tanta Palabra de Dios, para que estas personas les dijeran a su gente que esta música era del Diablo y que quemaran los casetes. Eso fue sumamente doloroso para mi.

¡Me imagino!

En el año 1985, dos Denominaciones en México, a nivel nacional, en sus Convenciones, me vetaron públicamente, por medio de Edicto Denominacional y los leyeron en público a los miles de asistentes.

Pero de paso era publicidad, porque es un principio de marketing

Claro que era publicidad, pero me dolió mucho porque amo al Cuerpo de Cristo, amo  a la gente muchísimo y me dolía. Se paraban frente a las multitudes y decía cualquier cantidad de mentiras acerca de mi.

Tu escribes la letra y la música de tus canciones ¿Cuánto participas en la producción de un tema?

Cuando son mis grabaciones participo muchísimo en los arreglos y musicalización. Pero también he tenido la fortuna de trabajar con profesionales extraordinarios. Yo me atengo a su creatividad y descanso en eso. En esa combinación suceden cosas lindas.

¿Tienes una idea de cuántas canciones has escrito?

Si, son alrededor de cuatrocientas.

¿Y que han sido grabadas?

Yo he grabado alrededor de 380 canciones, pero mías son cerca de doscientas. Esto en unos 33 discos, incluyendo las compilaciones.

Entonces debemos actualizar la información de Wikipedia (risas)

Wikipedia es un desastre. No te puedo explicar la frustración que tengo con Wikipedia, porque queremos actualizar la información y nos dicen que no estamos autorizados para hacerlo. Yo les digo, “pero si yo soy Marcos Witt”. Ellos responden que no importa, que no estoy autorizado. Entonces le pregunto a Wikipedia quién entonces está autorizado a hablar de mi vida. Está mal la información, está mal el nombre de mi hermano, dicen que he vendido 10 millones de discos, cuando son 27 millones de copias.

De ventas legales, sin incluir las ventas “piratas”

Serían cientos de millones… (risas)

Cambiando un poco nuestra temática. Sé que tienes temas en casi todos los ritmos, es por eso que te pregunto ¿Qué ritmos no has abordado en tus interpretaciones?

Faltan muy pocos. Yo creo que no he abordado el Tango, Flamenco, Cumbia, la Música Norteña Mexicana, tampoco Tex-Mex Chicano.

Pero has pasado por casi todos los ritmos ¿Verdad?

Si, he hecho Mariachi, Ranchero, Tropical, Merengue, Bachata, Regaetón.

Imagino que el Reggaetón generó críticas

No. La crítica mayor me la generó el Rap, cuando lo hice muchos años atrás, en el 92. Hice una canción que se llama “El Amor”, compuesta por mi y por Edgar Lira. Edgar era un joven en nuestra Iglesia en Durango, muy inquieto, muy creativo. Estaba él y mi esposa, trabajando con los niños. El fue una de las personas que ayudó a mi esposa a implementar un programa de niños en nuestra congregación. Edgar y yo compusimos juntos esta canción llamada “El Amor”. ¡Ah, pero cómo me atacaron! Fue horrible el ataque. También recuerdo que usamos el ritmo de Salsa en el tema “Será llena la tierra”. Me atacaron mucho por esa, pero fue mayor el ataque por el Rap.

¿Cuál es el sentimiento que queda en ti, después de luchar tanto y ver que la música que el Señor te dió empieza a establecerse y quedarse en las Iglesias?

Porque a su vez, las Iglesias empezaron a verse más atractivas por su música renovada y empezaron a alcanzar a más gente.

Yo sabía que era un mover de Dios y que cuando es un mover de Dios, es imposible que el hombre lo pueda detener. Yo tenía la perspicacia para saber que esto era algo que iba mucho más allá de cualquier cosa que nosotros estuviéramos haciendo. Dios se estaba moviendo. Ahora a esta edad de mi vida y habiendo estudiado y conocido a mucha gente alrededor del mundo, me doy cuenta que fue un tiempo en el que Dios sopló sobre ese tema en todo lugar. En ese mismo tiempo, Dios estaba levantando a una señora que se llama Darlene Zschech en Australia, que literalmente arrasó con sus canciones a través de la Iglesia Hillsong. Fue un movimiento global. No fue solo Marcos Witt cantando ciertas canciones. Me di cuenta después de muchos años, que fui una pieza, un peón en la jugada de Dios. Y yo fui al que Dios le dio el privilegio de ser quien impulsó este mover en América Latina, sin siquiera conocer a esos demás jugadores. ¡No nos conocíamos! Y sin embargo, a los años, un día estábamos sentados Darlene, dos o tres personas más y yo. Cuando nos damos cuenta que hasta nuestro vocabulario es idéntico. Nos reíamos, porque no nos estábamos poniendo de acuerdo. Era algo que el Espíritu Santo estaba soplando sobre su Iglesia. Me sentí muy privilegiado cuando me di cuenta de eso, de que Dios me había utilizado para la región Latinoamericana.

¿Lloraste en alguna ocasión cuando fuiste criticado?

Muchas veces. Fue muy frustrante. Porque cuando conoces la verdad… porque cuando conoces lo cierto, eso gana a lo falso y obviamente al final fue eso lo que ganó. Entonces, cuando la gente decía cosas, cuando me acusaban de que yo era cocainómano, que era adicto, homosexual, yo conocía la verdad, la misma que empezó a ganar. Me han acusado un poco de todo.

¡Otra persona hubiera tirado la toalla!

Si. En sus inicios, cuando eres joven, no tienes la madurez para sopesar todo ese tipo de ataques que yo estaba recibiendo. ¡Me dolía en el alma! Me pegaba muy duro todos esos comentarios.

¿Quién fue tu paño de lágrimas?

Mi esposa. Miriam las ha vivido duras conmigo durante todos estos años. Un día estaba hablando con un pastor y le dije “pero por qué dicen esto de mi”. El me veía lloriqueando, “yo no entiendo por qué la gente dice eso de mi, si soy una persona buena…”. El me decía “Marcos, dos cosas: número uno, si te dan una patada en el trasero es porque vas adelante. Y número dos, acuérdate que la tierra se abona con el estiércol que le echan”. ¡Ayayay! dije, eso es cierto. Entonces, agregó, “toma todo ese estiércol que dicen de ti y deja que eso te abone y seas buena tierra. Entonces empecé a reenfocarme.

Nunca te detuviste

Nunca me detuve aunque muchas veces me dieron ganas de hacerlo. Pero ahora ha llegado una madurez en mi vida, que literalmente me resbala. No me importa un comino lo que dice la gente. Pienso que eso tiene que ver con mi edad, con mi experiencia, con mi seguridad personal. Yo ya soy abuelo, tengo 51 años de edad. Va a ser muy difícil dejar que una “critiquilla”, de un hermanito de una mente bien pequeña y un corazón chiquito, me detenga. Es un problema de él o de ella, no un problema mío.

¿De pronto, en algún momento te diste cuenta que tu comunidad Cristiana no era amorosa como te la imaginabas?

Yo me di cuenta de eso muy rápido. En 1986 lancé mi primer proyecto de adoración y no pasó gran cosa. En el 88 saqué el Segundo, que es el que explotó. Ese es el disco que tiene una canción muy famosa que se llama “Un Adorador”. Ese fue mi primer ‘hit’ legítimo. Ahí es cuando empezaron las guerras. Ahí es cuando empezaron a quemar mis discos, a atacarme públicamente, a vetarme como te explicaba. Rápidamente, me di cuenta que había mucha gente odiosa dentro de la Iglesia (risas), que les gusta odiar. La Iglesia Cristiana es muy rara. Somos muy rápidos para juzgar a personas que no piensan o viven igual que uno. En lugar de hacer lo que Cristo nos ordenó a hacer que es amarnos los unos a los otros. Rápidamente emitimos un juicio para, según nosotros, “defender la justicia, defender el evangelio”. Mira, si el Evangelio requiere de mi defensa, es un Evangelio muy débil. Tenemos muchas cosas dentro de la Iglesia Cristiana que hemos abrazado que no tienen nada que ver con Biblia, sino que tienen que ver con la cultura religiosa.

Pero no todo fue negativo ¿Verdad?

Tengo que decirte que dentro de la Iglesia hubieron personas que me amaron con toda el alma. Me apoyaron y me animaron. Yo fui muy bendecido con la cantidad de personas bondadosas que me rodeaban. Alberto Motessi es el primer nombre que me viene a la mente. Cuando me atacaban fuerte, él venía a mi lado y me animaba. También Luis Palau fue y sigue siendo como un padre, porque cada vez que nos juntamos él tiene consejo para mi. Me anima y me defiende. Otro gran hombre que me amó muchísimo y que ya está con el Señor es Paul Finkenbinder, más conocido como “El Hermano Pablo”. El fue el primer hombre en mi vida que me plantó un beso en la mejilla. ¡Me sacó tanto de onda!

Y no era Argentino, porque los argentinos suelen saludar con beso en la mejilla

No, no era Argentino. Yo pensaba, “Dios mío, qué acaba de hacer”. Sabes, yo nunca olvido el lugar, el momento, su esposa, preciosa, esa mujer es una alma de Dios. El Hermano Pablo, me miró a los ojos y empezó a hablar acerca de guardar mi corazón y de que no dejara que las críticas y los ataques me destruyeran. Para ese entonces la crítica era muy recia. Esas cosas me animaron, porque estos eran hombres de Dios que admiraba, que amaba y respetaba profundamente. Entonces, tener esa clase de apoyo de parte de ellos fue fundamental.

¿Qué tan importante piensas que es la Adoración en la Iglesia?

Es tan importante que es el segundo tema más hablado en toda la Biblia. Y eso no tiene que ver con música, con canciones. Tiene que ver con el significado verdadero de lo que es ser un adorador. Si la Biblia habla tanto de la adoración, tiene que ser algo importante. Yo creo que lo que Dios hizo conmigo y muchos otros, fue traer atención a este elemento dentro de la vida Cristiana. La Iglesia Cristiana Latinoamericana era muy evangelística y cantaba temas como “Pecador ven al dulce Jesús…”, “Cuando allá se pase lista…”. Eran canciones que hablaban de quienes somos, “Allá en el Cielo, allá en el Cielo..”. Nos enfocábamos muchos en el “allá”. Estábamos salvando almas para que tuvieran un mejor “más allá”. Pero en lo que la Iglesia estaba fallando era en cómo vivir aquí, mientras Jesús regresa. Entonces, teníamos una Teología muy extraña. Ya me convertí, el Señor me llenó de su Espíritu y ahora estoy esperando que el vuelva por su pueblo. ¡Qué fatalismo! Sin misión, sin razón, sin una misión en esta tierra. No más estaban pasando el rato hasta que Cristo venga. ¡Mal! Y la Alabanza y la Adoración, lo que reenfoca es que se trata de una relación diaria, una relación de compañerismo. No estoy esperando a que Cristo vuelva, estoy caminando con Cristo hoy. Y si el vuelve hoy, que me encuentre caminando con él.

Tu no tienes temas que hablan del Cielo y del Infierno ¿Verdad?

No. No hace falta componer más canciones de esas, porque ya existen cientas. Para qué vamos a seguir componiendo de esos temas. Entonces la Adoración acercó a la gente a él. Les dio la oportunidad de acurrucarse con el Señor en el muy sano sentido de la palabra. Les dio la oportunidad de tener intimidad con Dios. De tener ternura con el Señor. Por su parte, los himnos nos traen mucha doctrina, mucha teología, por eso los honro. Digo esto, porque uno de los rumores que corrió por todo lado es que yo no creía en los himnos e incluso uno de los rumores fue que en un Congreso de Alabanza, traje un ataúd y le pedí a todos que pusieran sus himnarios dentro, simbólicamente, porque los himnos estaban muertos. ¡Qué creatividad para inventar estos chismes y mentiras! Yo me reía cuando me contaban estos chismes, porque yo creía y creo en los himnos. Por eso, en muchas de mis grabaciones empecé a incluir un himno antiguo. Los himnos nos traían la teología y la doctrina, pero estos cantos sencillos, nos conducían a estar intimamente con el Señor. Esto hizo que la gente se volviera a enamorar de Dios.

Conectó el corazón con la expresión

Exactamente. Sin ninguna duda. La gente ahora podía decir: “Cuán bello es el Señor…”. Qué hermoso poder expresarle eso a mi Señor. “Tus ojos revelan que yo, nada puedo esconder…”. “Hermoso eres mi Señor”, son unas ternuras de canciones. Qué pasó. La gente se volvió a enamorar de Jesucristo.

De manera más profunda

De manera más profunda, de manera más íntima. Lo que estoy tratando de concluir aquí es que no es necesario cantar solo ese tipo de canciones, o cantar únicamente los himnos. Es un poco de todo. Necesitamos de todo. Dios usó esta expresión de adoración para enamorar de nuevo a su Iglesia, para darle un nuevo soplo de vida. Y esta es la mejor manera de describirlo. Una viejita en Argentina fue la que me lo expresó de la mejor manera que he escuchado en toda mi vida. Me dijo; “Marcos Witt, Dios te ha usado a ti para que la Iglesia no tan solo cante acerca de Dios, sino que le cante a Dios”. Antes cantábamos acerca de Dios y ahora le cantamos a Dios. Hay una diferencia muy grande.

¿Cómo es que influye la Adoración en el discipulado?

Muchísimo, porque la Adoración es la herramienta del enamoramiento. ¿Por qué te casaste con tu mujer? Porque estabas enamorado. Esa es una decisión intelectual. Muchos teólogos, pastores, líderes, quieren que la gente acepte a Cristo como una decisión intelectual y en efecto hay una decisión intelectual. Cuando tu te casaste con tu mujer, hubo una decisión intelectual y luego le pusiste la firma al documento y después ella fue la dueña de todas tus quincenas desde ese día. Fue una decisión intelectual, pero si no está ese elemento de enamoramiento, es un matrimonio muerto, es un matrimonio formal, sin vida. Y esto es lo que está pasando en tantas Iglesias donde no entienden la adoración. ¡No tiene que ver con música Dios mío! Tiene que ver con enamoramiento con Dios.

¿Ablanda el corazón?

Acerca el corazón al corazón de Dios. Nos da la oportunidad de escuchar el latir de Su corazón. Es importante que yo conozca intelectualmente a Dios (de paso quiero decir que nunca entenderemos a Dios). ¿Quién lo puede entender? Mi mente finita no lo puede entender. Entonces, por mucho que traten de hacerlo, es imposible ser intelectuales cuando se refiere a Dios. Hay una cierta intelectualidad que nos permite entender los principios, los preceptos, los caminos, la Teología de Dios, etc.

Limitado

Exacto. Pero enamórame de Cristo (golpeándose su pecho) y lo voy a seguir hasta la muerte.

Ahora no hay ninguna limitación musical en cuanto a ritmos y estilos para expresar Adoración al Señor ¿Verdad?

El tema en los ritmos y los estilos es algo muy interesante porque, por ejemplo en Panamá utilizan mucho la Salsa para alabar a Dios; en México no. Nunca olvido a un pastor Mexicano diciéndome que la Salsa era del Diablo. Sin embargo, te vas a Panamá y cualquier música que no es Salsa, es del Diablo. Debemos entender que son decisiones culturales. A mí en lo personal, no me gusta alabar a Dios con el Reggaeton, con Merengue, pero hay gente que no puede hacerlo de otra manera. No puedo juzgarlos y decir que la música de ellos es del Diablo.

Juan Luis Guerra lo hace

Muchas personas lo hacen. Cómo me voy a poner en el papel del Espíritu Santo para juzgar qué es bueno y qué es malo. Tenemos que ser más maduros y entender que en cuestión de ritmos y géneros musicales es asunto de gustos y de ADN cultural.

Como la falda a la altura de la rodilla en Oaxaca es un escándalo y en Hollywood es demasiado grande. (risas)

Son contextos culturales diferentes.

¿Qué contenido (espiritual) que debe tener la Adoración?

Base bíblica. Si no puedes basarlo en la Palabra de Dios, por muy bonita que sea tu canción, no me la traigas.

Base bíblica lo entiendo. Pero si el tema habla de un perdón ¿Tiene base bíblica para ti?

Si está enfocado correctamente, si.

Estoy entendiendo, que no es que se tiene que parafrasear los textos, pero se tiene que rescatar la intención del mismo. ¿Es la idea?

A mi me llegan muchas canciones todos los días. Hay jóvenes que quieren que escuche sus canciones, que les haga un análisis crítico, etc. Hace unos días, uno de mis colaboradores me dio una canción. Cuando estoy leyendo la letra, me doy cuenta que él está componiendo una canción, no está tratando de compartir un mensaje. Entonces su letra está llenando los espacios y las pausas rítmicas que necesita para su canción. No está teniendo mucha coherencia bíblica. Le acabo de enviar un e-mail donde le indico que su letra está mal. Me voy a sentar con él y voy a aprovechar esa oportunidad para enseñarle a tener una coherencia lírica en cuanto a letra se refiere. Le voy a hacer una serie de preguntas: ¿Ves esa frase ahí? ¿De dónde tomaste esa frase? ¿Cuál es tu base bíblica para esa frase? Se que no lo va a poder hacer, entonces le voy a hacer un ejercicio para que la letra no sólo tenga coherencia con las pausas y el ritmo de la canción que está componiendo, sino que también tenga coherencia Teológica. Por esto, desafortunadamente muchos jóvenes que están grabando canciones, no tienen a alguien que los esté guiando con sus contenidos. Hay cada letrilla que anda por ahí diciendo cada barbaridad. Necesitamos tener más cuidado en enseñar a nuestros compositores a hacerlo bíblicamente.

¿Cómo piensas que va a evolucionar la Adoración en la Iglesia Latina?

Debemos entender que la Alabanza y la Adoración no tiene que ver con música, tiene que ver con el estado del corazón. Obviamente la música es uno de los vehículos más efectivos para llevarnos a un reconocimiento de la presencia del Señor para disfrutarlo. La música en sí no es Alabanza y Adoración. Yo he escuchado a personas que interpretan canciones románticas de amor a su pareja, que lo están haciendo con una pureza tan hermosa en su corazón, que Dios está en eso. Porque Dios es amor. Ahí está Dios en esa expresión. No tengo que estar diciendo “Señor te alabo, te bendigo, te adoro”, como para estar alabando a Dios a través del amor puro entre un hombre y su mujer. Dios inventó eso. No estoy opuesto a que hayan muchísimas expresiones, porque la adoración es un estado del corazón.

¿Alguna vez has estado escuchando música en la radio o en algún lugar y de pronto te has dicho “eso tuvo que haberlo inspirado Dios”?

Muchas veces me ha pasado. Te cuento esta historia muy íntima. Estaba en en Jones Hall de Houston, donde toca la Sinfónica. Estaba escuchando la Novena Sinfonía de Beethoven, que es una de sus obras maestras que termina con ese Himno (Ode) a la Alegría. A la mitad de esa Sinfonía, empiezo a llorar. Estoy llorando y cuando llega esta grande y famosa melodía, culminando con todo el coro y la orquesta, estoy llorando a berridos. Mi esposa me pregunta qué me pasa. “Nada, nada”, le contesto. Yo sentí a Dios en la música de este gran maestro. ¡Imposible escuchar algo tan magistralmente compuesto y decir que Dios no estuvo detrás de esa obra! Yo no podría juzgar y decir que esa música es el Diablo. Al escuchar eso decía: “Dios, cuán grande es tu creación y cuán grande es el espíritu creativo que has puesto dentro del hombre. Bendito y alabado seas oh Jehová de la eternidad”. Esta fue mi reacción ante la Novena Sinfonía de Beethoven. ¡Bendito y alabado seas! Me recuerda Mateo 5:16 “Que tu luz brille de tal manera, que vean tus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los Cielos”. Esa noche en Jones Hall en Houston, esa obra de Beethoven brilló de tal manera en mi vida, que mi respuesta fue: “Glorificado seas Dios por esta tremenda obra creativa”.

¿No tuviste la intención de pararte y decir “Amén”?

A eso me refiero. Eso –mi amigo- es Adoración. Y no fue una canción de Marcos Witt. (risas)

Me ha tocado estar en conciertos cristianos, donde la voz desafinada de una viejita me ha ministrado, más que la voz del que estaba dirigiendo. ¿Que me dices?

Porque la voz de ella estaba afinada con el corazón de Dios. La Adoración no tiene nada que ver con el director, tiene que ver con mi corazón. Y cada uno de los que estaban en esa reunión, estaban siendo ministrados de una manera distinta.

¿Estaba Dios en la voz de la viejita?

Dios estaba en la expresión de todo el lugar. Donde hay un corazón dispuesto a adorar al Señor, ahí está él.

¿También está en la música?

Dios es musical. Más y más los científicos se sorprenden al descubrir que el Universo hace sonidos. La Biblia dice que la Tierra gime. Hace unos dos o tres años, se sorprende la comunidad científica cuando se dan cuenta que la Tierra está produciendo unos Subtonos, que no logramos escuchar con nuestros oídos, que es un intervalo de una nota Sol a un Sol Sostenido. La Tierra está haciendo ese sonido. Dios es musical, porque pone a los pájaros a cantar; el viento silva, el río hace melodías; el corazón lleva un ritmo. La música está rodeándonos. Toda la creación debe glorificar a Dios por sus grandes maravillas.

¿Cómo es que describes la presencia de Dios?

Yo veo a Dios en muchas cosas. Veo a Dios cuando una madre le da un beso a su bebé, ahí está Dios. Veo a Dios cuando un par de jóvenes enamorados se besan apasionadamente. Yo veo a Dios en tantas diferentes cosas. Mi hijo Jonathan tiene un corazón tan hermoso. El no soporta pasar por la calle y ver a una persona pidiendo ayuda. No puede pasar sin darles algo, porque su corazón se parte por ellos. Ahí veo a Dios. Veo a Dios en la manera que mis hijos se tratan entre ellos, cómo se aman, cómo conviven, cómo se buscan. Yo veo a Dios ahí. Veo a Dios en las amistades que tengo. Veo a Dios alrededor de una mesa, comiéndome un Bife de Chorizo con un buen amigo argentino. Muchas personas pensamos equivocadamente que a Dios sólo lo debemos sentir en la Iglesia, en la reunión los fines de semana o en el día del servicio. ¡Mentira! A Dios lo puedo experimentar aquí, con todo a mi alrededor. El cántico de esa niña en este momento, que tal vez dice incoherencias, pero ahí está Dios.

Y te paras frente al espejo y puedes decir como el Colombiano Alex Campos, “te veo y me veo”

Esa es una muy buena canción.

Muy atrevida también, para mucha gente

Si. Pero la verdad, admiré la composición de ese tema. ¡Qué manera de decirlo! Te veo y me veo.

Sé que tus canciones tratan de acercar más al creyente al Señor. Pero ¿Cuál es tu intención al crearlas?

Mi intención al crear música es muy sencilla. Es que la gente pueda tener una convivencia con Dios. Aún las canciones que quizás son de construcción diferente, como “Poderoso”, habla acerca del poder de Dios, pero a través de esa verdad, conocemos un poco más de él. Y cuanto más lo conocemos más nos podemos acercar a él. Esa es la intención. Siempre que observo una canción que quiero grabar, busco que tenga ese elemento. Me pregunto ¿Esta canción va a acercar a la gente a Dios? ¿Les va a ayudar a conocer mejor a Dios? ¿Les va a ayudar a tener una mejor convivencia con él? Si la respuesta es positiva, entonces la quiero cantar. Hay otras canciones que son obvias, “Dios ha sido fiel”, “Dios ha sido bueno”, son canciones que ayudan a que la gente se acerque a Dios y pueda tener esa convivencia. “Tu gracia me sostiene, tu amor quién lo comprende…”, esa es distinta, pero al mismo tiempo, cuando la gente la oye, dicen: “es cierto, tu gracia es y su amor sí me sostiene”.

Compartes Teología de paso

Bueno, Jaime, trato de hacerlo. Obviamente no se puede compartir todo el consejo de Dios.

Cuando compartes Teología ¿Tienes cuidado de estar más o menos en un lugar accesible a las diferencias líneas teológicas?

Para mí es muy importante, porque creo mucho en la unidad de la Iglesia y se que la Teología y la Doctrina son los puntos que más dividen. Yo se que si me centro en Jesucristo y en la importancia de su Espíritu Santo, no puedo fallar. Si empiezo a irme por otro lado, vamos a estar en problemas. Aún con ese cuidado, hay personas que tachan mi música de radical. Si mantengo un equilibrio, para que sea accesible a las diferentes denominaciones,

Me pregunto ¿Por qué somos tan poco pacientes? Un amigo me dijo una vez: “Si no estás conmigo, estás contra mí” ¿Qué piensas?

¿Qué es eso? Es una tontería.

Hay personas en estos últimos años que tratan de no asignar un sexo, cuando se expresan acerca de Dios ¿Qué piensas de eso?

A mí me parece que están poniendo demasiada cabeza a eso. Hay una denominación que mandó sacar toda expresión de Dios como hombre para ponerlo como neutro. En sus himnarios quitaron todas las referencias a la Sangre, a la Cruz, a la muerte. Perdóname, pero es irrisorio. Parece que es tratar de ponerle demasiada intelectualidad. Toda esa gente, necesita irse por unos dos o tres años a la playa y darse un buen descanso porque están pensando demasiado.

Piensas que no es importante enfocarse en estas cosas

Yo creo que es ponerle importancia a cosas que realmente no lo son. Dios es Dios, quién puede definirlo. ¿Cómo yo me atrevo como mente finita a definir y describir quién es Dios que es infinito? Esa gente necesita irse a la playa y tomarse unas “Margaritas” y relajarse un poquito (risas). Y perdona por la manera fuerte en que estoy diciendo esto, pero ¡Imprimir un himnario donde saques toda referencia a la cruz! Me acaban de cambiar la esencia del Evangelio de Jesucristo, que tiene su centro en la Cruz del Calvario. Jesús pagó por mis pecados, experimentó una cruenta muerte. Entonces al sacar la cruz y la sangre y lo violento que eso fue, estás predicando otro evangelio. Perdóname, pero no tengo tiempo para escucharlo.

Te hago la pregunta porque hay corrientes que están surgiendo…

Si, yo sé. El Apóstol Pablo fue muy claro. Si alguién viene a predicar un Evangelio distinto al que yo les predico, que es Cristo crucificado, resucitado y sentado a la diestra de Dios y vuelve otra vez, no lo reciban.

¿Has visto en estos últimos años más incorporación de arte en la Adoración?

Muchísimo. Me encanta porque Dios nos hizo seres creativos. Recuerda esto Jaime, en el principio creó Dios los cielos y la tierra. Dios es creativo y nos hizo a su imagen y semejanza. ¿Qué quiere decir eso? Que nosotros también somos creativos. De hecho, somos tan parecidos a Dios en esto, que nos permitió reproducirnos en nuestros hijos. Nos dio ese regalo de la creatividad a través de la reproducción natural. ¿Por qué en la Iglesia hemos sido tan cerrados a la creatividad?

Que no implica necesariamente imitar una danza de hace tres mil años ¿Verdad?

No necesariamente. Pero que tal si le damos espacio a nuestros creativos y a nuestros expresivos en nuestras congregaciones.

Hablas no sólo de música, también de poesía, de actuación…

De escritos, de películas, de videos. Hay tantas maneras de expresarse. Creo que Dios quiere que nos expresemos, siempre y cuando… y vuelo a Mateo 5:16, “que tu luz brille…”. Que la gente diga “Gloria a Dios, qué tremenda expresión…”.

Volviendo un poco al inicio de nuestra conversación ¿Respondió bien la comunidad a los cambios rítmicos y musicales?

Al principio no. Y todavía quedan vivos dos o tres de esos dinosaurios que tratan de bloquear. Ahora creo que se ha convertido en una ola tan fuerte que es imposible de resistirla.

Hace dos años me corrieron de una Iglesia. Tu música es del Diablo me dijeron, fuera de aquí.

Sólo te pregunto dos cosas y no me las tienes que contestar: ¿Cuánta gente tiene esa Iglesia y cuán impactantes están siendo en su comunidad? Yo conozco la respuesta a esas dos preguntas. El problema con ese tipo de mentalidad es correr a todo mundo, incluyendo al primero que llegó. A ese que llegó primero lo van a correr, porque esa mentalidad enajena a las personas, no las abrazan. Esta ola es imposible de parar, es más grande que cualquier individuo, que cualquier Iglesia o cualquier Denominación.

Hablando de Globalización ¿Has visto Adoradores de distintos lugares compartiendo su música?

Definitivamente. Aunque los Puristas no lo quieran, la Globalización está aquí. No hay forma de detener eso. Necesitamos aprender a colaborar y sacarle jugo a la Globalización y saber cómo utilizarla para la evangelización Global, en lugar de estar peleando con ella. Hay un cruce de corrientes, por ejemplo, ahora todo el mundo quiere sonar a Hillsong, por todos lados.

¡Y hasta cantan en español, pero con acento!

Por el efecto de la Globalización. ¡Y es válido! Porque es una expresión que Dios está usando hoy. Gloria a Dios por eso. En lugar de pelear contra la Globalización, necesitamos colaborar con ella y evangelizar a nuestro mundo.

¿Me puedes dar títulos de algunas de tus canciones que han quedado en el corazón de la gente?

“Enciende una luz”, se ha convertido en un himno. “Renuévame’, ya es un himno, aunque es un coro muy sencillo. Lo usan las Iglesias en el momento de invitar a aceptar a Cristo. “Gracias”, también pienso que se va a quedar por siempre, porque ahora lo cantan en lugares donde ni siquiera saben que lo compuso Marcos Witt, ni les importa. Ahí es dónde te das cuenta que es parte de la cultura y del ADN de la Iglesia. “A él sea toda la Gloria”, “Tu fidelidad”, “Quiero levantar mis manos”, son coros que han pasado a ser parte de la “himnología”, vamos a decirlo así, de la Iglesia, aunque no son himnos. “Dios ha sido bueno”, “Dios de pactos”, que si fue escrito como himno. Desafortunadamente, “En los montes y en los valles”, también. Lo digo porque es una de las canciones que menos me gusta cantarla, pero bueno. “Cuán bello es el Señor”, es un himno nuestro. “Tus ojos revelan que yo”, “Temprano yo te buscaré”, “Hermoso eres”, son himnos de la Iglesia.

¿Sabes qué es lo más triste de esto? Que la gente deja de cantarlas porque son canciones viejitas.

Eso es natural y es normal, porque ahora se levanta una nueva generación de nuevas expresiones. Mi preocupación es que las nueva generaciones simplemente están sonando como Hillsong. Y ese es mi llamado a los músicos de hoy. Ahora estoy convocando a un Congreso de Adoradores, con la intención de desafiarlos a que busquen sus propia creatividad. Está bien que Dios está usando a Hillsong, a Chris Tomlin, pero dónde está tu creatividad. Escucha al Espíritu Santo que te está cantando a ti. Se creativo por tus propias dos patas y deja de estar copiando a esta gente. Esto para mi es la parte desafiante. No deshonro a Hillsong, pero no quiero sonar a Hillsong. Mi desafío es que escuchen la creatividad del Espíritu Santo y empiecen a expresarlo en sus canciones. “Escuchen, apunten y enseñen”, son las tres palabras que comparto cuando hablo con compositores. “Escuchen las melodías del Cielo, Apunten las melodías del Cielo y Enséñennos”.

¿Por qué piensas que la mayoría de adoradores han venido a Estados Unidos de Latinoamérica?

No lo sé. Pero pienso que tal una de las razones es porque la Iglesia Hispana en Estados Unidos es muy fragmentada, muy anémica. Es una Iglesia muy dividida. Aquí hay muchas Iglesias de 50 miembros y no hay fuerza.

Será porque somos una Iglesia más joven que la del Sur

A mi parecer, la Iglesia Hispana en Estados Unidos, es un bicho muy raro. Hace muy poco que tenemos Mega Iglesias por ejemplo, diez o quince años a lo mucho. Yo tuve el privilegio de fundar la Iglesia que se convirtió en la más grande de los Estados Unidos en Houston. ¿Por qué no hubo una iglesia más grande que la mía hasta ese entonces? ¿Qué pasa en Estados Unidos donde hay tántos pastores que están peleados unos con otros? Cuando hay este ambiente de división y de ataque, de crítica, no puede florecer el arte, la música. No nos podemos poner ni siquiera de acuerdo para tomarnos un café. ¿Cómo vamos a apoyar a uno de nuestros jóvenes que tiene alguna visión? Pero gracias a Dios veo cambios muy positivos. Estoy conociendo jóvenes que están componiendo canciones y que están empezando a levantarse aquí en Estados Unidos. Jóvenes con un brillante futuro. Uno de ellos lo tengo muy cerca de mi, viaja conmigo y pienso que es uno de los que va a traer fuerza a su generación.

¿Cómo adorador?

Si. Es un tremendo músico. Así, voy conociendo a otros y pienso que eso va a cambiar. Pero también tienes razón en que la Iglesia Cristiana en América Latina tiene muchos años y mucha fuerza y eso quizás fomenta mucho más el arte.

Tal vez allá son menos materialistas

No tal vez, allá son menos materialistas. Estados Unidos es muy materialista.

La música Cristiana casi siempre se interpreta con Rock – Rock lento. ¿Crees que es importante incluir más elementos latinos en nuestra música?

Yo creo que lo importante es ser contextualmente relevante. Por ejemplo, si vivo en Cusco, Perú, no voy a utilizar merengue para alcanzar a los cusqueños. Necesito ser culturalmente relevante, ser contextual. Si vivo en República Dominicana, no voy a usar la ópera para alcanzar a los dominicanos. Pablo dijo “soy todo a todo”. Yo me voy a adaptar a la cultura para poder alcanzar a gente para Cristo. Entonces si generalizo que todos necesitan buscar ritmos o sonidos latinos, no. Creo que sería un error. Lo que quiero es que la gente contextualice su arte a la gente que Dios le ha dado. Y si eso incluye ritmos y sones más latinos, adelante. Si no, adelante. Cuando generalizamos es cuando cometemos errores.

¿Cómo ves tu vida más adelante?

Me veo como un padre en el movimiento, me veo como un tío, como un “padrino”, conociendo, apoyando e impulsando nuevos talentos. Es casi lo mismo que he hecho durante toda mi carrera. Una de las cosas que me propuse hace mucho tiempo es siempre compartir mi plataforma, mi influencia, mis conocimientos, mi dinero, mis recursos con otros Salmistas. Por eso, gracias a muchos esfuerzos directos míos, muchos de los Salmistas que hoy en día son muy conocidos, tuvieron un impulso muy grande, directamente mío. Siempre he sido conocido como esa persona y ahora también lo voy a seguir haciendo.