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La musica es tan importante como la lirica

Porque ayuda a memorizarse la letra y hacerla propia, dice Roberto Colon

This conversation was conducted by Jaime Lázaro in Spanish.  Read it in English.

Roberto Colón, es Pastor de la Iglesia de la Comunidad de Highland Park, una congregación de 120 personas afiliada a la Iglesia Presbiteriana. Aunque es pastor desde 1995, hace ocho años asumió el liderazgo en este grupo.

Colón es un lider interesado en alcanzar a su comunidad para enseñarles del amor de Cristo, especialmente en su vecindario que tiene una alta población latina.

Nacido en San Juan, Puerto Rico, Roberto ha vivido en el sur de California por más de 20 años. Obtuvo su Maestría en Comunicaciones (periodismo), así como su Licenciatura de la Universidad de Puerto Rico. Además, completó su Maestría en Divinidades y Maestría en Teología y estudios de doctorado en el Seminario Teológico Fuller en Pasadena, California.

Llegamos hasta el edificio que alberga a la Iglesia de la Comunidad para desarrollar este diálogo que nos trajo algunas interrogantes que describimos a continuación:

  • Para nuestro Pastor entrevistado, tanto la letra como la música es importante. La letra, se sabe que lo es porque lleva el contenido del mensaje, pero respecto a la música nuestro personaje dice que “hay melodías que son pegajosas, que ayudan a que uno pueda memorizarse esa letra y hacerla propia”. ¿Que piensan al respecto?
  • Roberto Colón afirma que al adorar substituímos nuestros pensamientos de preocupación por pensamientos acerca de Dios. ¿Cómo hacer para que esos pensamientos de Dios se mantengan siempre en nuestras mentes?
  • Trabajar con músicos es un problema, especialmente porque son artistas y son emocionales y eso hace difícil trabajar con ellos o ellas. ¿Deben las iglesias depender de gente talentosa con esa actitud, o buscar personas dispuestas aunque no tengan los dones apropiados?

Aquí la entrevista:

¿Es importante para ustedes la Adoración?
Definitivamente. Siempre estamos buscando formas y maneras de cómo hacer la adoración más relevante para que la gente se pueda identificar con lo que hacemos.

¿Qué elementos son importantes en la Adoración?
Lo más importante para nosotros es la espiritualidad, es decir, no queremos música por música o canto por canto, queremos ver el nivel de espiritualidad de las personas envueltas en ese ministerio de adoración. Y saber si de verdad su música, su canto está dirigida, centrada en la persona del Señor.

¿Le interesa más la música o la lírica?
Ambas cosas. Yo creo que hay melodías que son pegajosas, que ayudan a que uno pueda memorizarse esa letra y hacerla propia.

¿Qué tipo de letras le atraen más su atención?
Principalmente letras que adoren a la persona del Señor Jesús, sabiendo que él es la cabeza de la Iglesia y a quien debemos adorar. Es importante que nosotros adoremos a él.

¿Cómo piensa que los latinos se imaginan a Dios durante la Adoración?
Fíjate que tratamos por todos los medios que sea una experiencia espiritual, por lo tanto, ese Dios es el Dios que viene, que visita, que abraza, que envuelve en su ser. No te se decir cómo se lo imaginan los demás.

¿Enseña usted que Dios desciende cuando adoran o simplemente se dan cuenta que siempre estuvo ahí?
Son ambas, entendemos que Dios siempre está presente, es el Dios que mora en los cristianos, pero también es el Dios que se hace presente de una manera especial cuando se le exalta, cuando se le adora. Es una vivencia, el llega, se manifiesta cuando se le adora, cuando uno está buscándole en espíritu y en verdad, cuando uno está anhelando su presencia.

¿Se figuran los Latinos a un Dios que está allá arriba satisfecho de la Adoración?
No necesariamente están en esa posición, nosotros hablamos de un Dios personal, de un Dios que penetra nuestra situación y nuestras circunstancias, que viene, que es parte de nuestro diario vivir. Es el Dios que es digno de toda adoración y reverencia. Lo decimos y lo enfatizamos, enseñamos esto de diferentes maneras, durante la adoración o en nuestros sermones, en nuestras enseñanzas, tratamos de dar una idea completa.

He escuchado en otras congregaciones que cuando la gente viene a adorar, lo hace para recibir. ¿Es así como enseñan ustedes aquí?
No, nosotros venimos a darle adoración a Dios y recibimos como consecuencia de lo que damos. Lo básico es venir con el corazón dispuesto a darle a Dios.

Otros dicen que van al tiempo de Adoración a sentir. ¿Es eso correcto?
Yo creo que se siente cuando la presencia de Dios es real. Yo creo que cuando lo divino toca lo humano tiende a hacerse sentir y estremecernos de una manera o de otra. En mi experiencia personal es que me desconecto de todo lo que me rodea y entro en una adoración directa con Dios.

¿Es la Adoración una vivencia adictiva?
Ojalá así fuera (risas). Es que yo creo que en el momento en que estamos adorando y sintiendo la presencia de Dios es que verdaderamente así deberíamos estar todo el tiempo, porque ahí de verdad se le olvida a uno los dolores y los pesares.

¿Cómo hace usted para enseñar que ese tiempo debe extenderse a otros momentos?
Si les enseñamos. Precisamente este viernes tenemos una vigilia y el énfasis de la vigilia es enseñar adoración. Tenemos varias intervenciones con nuestro director de adoración, nuestros jóvenes, el pastor asociado y yo. Básicamente es volver a enseñar la adoración del Antiguo Testamento, la del Nuevo Testamento y la adoración contemporánea, de eso se va a tratar la vigilia. Nosotros aprovechamos los momentos que tenemos para educar.

¿Es la Adoración un entrenamiento para la formación de líderes?
En parte. Nosotros entendemos que el líder debe ser un individuo que alimenta su espiritualidad. Nosotros no queremos líderes que sean como un jefe más dentro de cualquier empresa. Queremos que sea sensible, y la manera de desarrollar esa sensibilidad es cuando uno está en la presencia de nuestro Señor y lo experimentamos en cómo él es en su dulzura, en su compasión, en su gracia, en su misericordia. Así es nuestro modelo de liderazgo, un liderazgo que acompaña, que educa, que da el consejo en amistad. No es un liderazgo que se impone sino que trabaja con la gente, que la envuelve y la motiva.

¿Por qué piensa que los Latinos están más dispuestos a expresiones físicas de Adoración que la cultura blanca?
Yo creo que tiene que ver con nuestra naturaleza cultural. Nosotros estamos hechos de otro material. Nosotros respondemos a una serie de cosas que el anglosajón no responde. Nosotros somos más emocionales y menos intelectuales. Y yo entiendo que hay un lugar para ambas cosas y tratamos de mantener un balance en lo que es una letra teológicamente correcta y también tener una experiencia. Creemos que el anglosajón es muy intelectual, que prefiere una letra y un ritmo más pausado que el nuestro. Nosotros somos gente más alegre, más apasionada, más emocional.

¿Tendrá que ver con la lejanía de casa que experimentamos al vivir aquí?
Es muy probable. Uno encuentra un verdadero hogar en la casa de Dios, creo que nuestra naturaleza aún en nuestros países de origen es más alegre, más emocional, más expresiva que la cultura anglosajona.

Usted mencionó emociones. ¿Juegan un papel importante en la Adoración?
Yo creo que el ser humano en adoración a Dios debe poner todos sus sentidos. Tanto su intelecto como sus cinco sentidos. Todos el ser debe adorar en espíritu, alma y cuerpo. Entiendo que todo el ser debe envolverse en adoración. No es algo mental, no es algo emocional o algo físico solamente, son todas juntas.

Entonces, las emociones juegan un papel importante ¿Verdad?
Si. Yo adoro a Dios con mi intelecto porque sé quién es, pero al mismo tiempo al Dios que amo y al amarlo, provoca toda clase de emoción en mi.

¿Debemos dejar vaciar nuestra mente de problemas, angustias y necesidades al adorar?
Lo que sucede es que al adorar vamos substituyendo esos pensamientos de preocupación por pensamientos acerca de Dios. Una cosa substituye a la otra. Es como un vaso de agua lleno, uno empieza a echarle piedras adentro y el agua empieza a desbordarse. Toda esa agua son los pensamientos de preocupaciones y las piedras serían quién es Dios, mi Señor, cómo me fortalece, etc. Al introducir la piedras en el vaso va soltando lo que no es sólido.

En la mayoría de nuestras iglesias siempre nos referimos a Dios como masculino, como padre, el que te reprende y te castiga. De alguna manera representa a un hombre macho. ¿Hacen eso ustedes aquí?
No, nosotros presentamos a un Dios tierno, a un Dios de amor, a un Dios que no le importa llamarse Madre nuestra al igual que Padre. Somos muy cuidadosos en nuestro lenguaje cuando nos referimos no sólo a Dios sino a los seres humanos también. No creemos en ese Dios justiciero al contrario predicamos en contra de esa imágen de Dios.

¿Cree que la cultura machista latinoamericana contribuye para que los hombres no sean expresivos en los tiempos de Adoración?
Si, yo creo que si. No podríamos negar el hecho de que nuestro machismo tiene que afectar, pero enseñamos y modelamos los pastores y el director de alabanza también, en cómo nosotros debemos mantener nuestra hombría y al mismo tiempo adorar, emocionarnos, levantar las manos y danzar. Tratamos de evitar que se haga ese estereotipo de Dios.

¿Qué piensa de las personas que son tocadas en el tiempo de Adoración pero que no muestran un cambio en sus vidas?
Nuestra Adoración está dirigida a formar carácter, a formar a ese cristiano en un adorador, sea hombre o mujer. Porque enseñamos, instamos, motivamos a la gente a que se envuelva en la adoración.

¿Qué está mal si no está generando un cambio en las personas?
Yo creo que si genera cambios, lo vemos cuando nuestros hermanos oran. La sensibilidad con que se expresan al hacerlo, uno se da cuenta que si se está dando un cambio en sus vidas.

¿Cuáles cree que son los frutos de un adorador genuino?
El adorador genuino entra en una comunicación con Dios y es él quien transforma. En la medida en que esa persona adora, y se suelta en adoración, Dios va transformando el corazón de ese individuo. Jamás vuelve a ser el mismo o la misma, porque cuando uno adora tiene que haber un cambio, y lo hay.

¿Incluyen artes en su Adoración?
De vez en cuando. No con tanta frecuencia, pero si lo hacemos con danza y drama.

¿Tienen limitaciones ustedes en cuanto al uso de ritmos para su tiempo de Adoración?
No, ninguno. Aquí hacemos desde himnos hasta bachata.

La música ha evolucionado en los últimos 30 años. ¿Piensa que la gente latina acepta fácilmente los cambios?
El Latino que viene del sur, habiéndose convertido en una Iglesia que es parte de una denominación histórica, donde lo único que se cantan son himnos, es más duro para entrar en una adoración genuina que el que se acaba de convertir. Eso, porque no han tenido ninguna experiencia y lo que experimenta es todo nuevo. Pero por ejemplo, los que vinieron siendo Presbiterianos de Cuba o Guatemala, son bien rígidos.

Las letras de las canciones también han evolucionado. Antes cantábamos de un Dios más lejano, que vivía en el Cielo o más allá del sol. Pero ahora se dice “te veo y me veo”. ¿Por que cree que se ha dado ese cambio en las letras de las canciones?
Yo creo que han sido por necesidad, porque con una lírica que habla del otro mundo y de cosas, uno no se puede identificar. Se hace muy difícil que la gente entre en adoración, pero si hay una letra que habla de mi diario vivir y de lo que yo puedo hacer, de lo que Dios hace por mi, en un lenguaje más sencillo, pienso que nos identificamos más fácil con eso.

Entonces ha facilitado el acercamiento al Señor…
Absolutamente. Yo soy un fiel creyente que si.

¿Ha tenido malas experiencias con adoradores?
Con lo que hemos tenido malas experiencias es con lo emocional de la gente que ha venido. Entendemos que el adorador es artista por excelencia y por lo tanto, sensitivo a ciertas cosas. Nos ha sido muy duro ver a hermanos que llegan con un entusiasmo tremendo y que después por cualquier tontería se enojan y se van. Esa ha sido la mala experiencia que hemos tenido. Una de las últimas experiencias ha sido con una joven que vino de un país nuestro y que estuvo dirigendo la adoración. Cuando una de nuestras jovencitas que creció en la Iglesia y que ahora es muy moderna y usa maquillajes extraños y vestuario raro, quiso ingresar en el ministerio de adoración, no se lo permitieron porque le dieron una lista larga de requisitos. La pobre muchacha se traumó al extremo de irse de la Iglesia. Cuando le llamamos la atención a la adoradora se fue también porque creía que estaba en lo correcto. Una se fue porque no la aceptaron y la otra porque no aceptamos sus reglas.

¿Por qué los adoradores tienen tanto problema con su ego?
Yo creo que es porque son artistas y el artista es muy emocional. Esa es mi conclusión después de tantos años de bregar con tanta gente, siempre los músicos son el problema número uno.

¿Es que de alguna manera se sienten famosos aunque sea dentro de la Iglesia?
Yo creo que si. Ahora mismo estamos teniendo problemas con una joven que canta. Esa joven está cantando unas canciones y a otra también le damos la oportunidad. El domingo se enojó porque se le dio más canciones a la otra.

¿Hizo su berrinche?
Hizo su berrinche, la tuve que llamar y tratar de enderzarla. Pero fíjate que si, es muy fácil que se les suba los humos a la cabeza, porque la gente le ha dicho que canta bonito, qué unción tiene cuando canta, etc. Ya se cree que sin ella no hay adoración.

¿Será que no hemos sido diseñados para vivir con fama?
El pecado número uno del ser humano es el orgullo y la soberbia.

¿Considera que la Adoración es también una herramienta de alcance?
Si. Creo que una persona que se expone a una adoración genuina, auténtica, real, se motiva a seguir experimentando eso. Creo que la letra de las canciones pueden dar un mensaje que toca el corazón de las personas.

¿Enseña a su congregación algún tipo de técnicas para que puedan experimentar la presencia de Dios fuera de la Iglesia?
Nosotros hacemos muchísimo énfasis en las prácticas espirituales. Siempre tenemos en nuestro boletín las lecturas diarias para la semana, hemos enseñado muchísimo cómo pasar tiempo a solas con el Señor, enseñamos diferentes disciplinas espirituales. No nos limitamos a lo típico sino que siempre hemos ido un poco más allá para enseñar algo más.