A través de este proyecto, que fue diseñado por los mismos líderes, se instruyó sobre los asistentes a un conocimiento profundo y la ejecución de la adoración bíblica, considerando la diversidad de la comunidad de fe. Su propósito fue unificar cada generación y cubrir las necesidades del lenguaje, comunicación, y participación, no sólo limitado a las reuniones, sino adoptándolo como un estilo de vida.
En el desarrollo del proyecto “De Corazón a Corazón”, aprendieron a ser intencionales en la planificación del servicio, a integrar las artes y otras destrezas para adorar, y a enfatizar más un sentir de comunidad. Es decir, enfocarse más el “nosotros” en lugar del “yo.” Y por supuesto, incluir de manera activa a personas con discapacidad en la adoración.
Jaime Oliveras, director del proyecto, y Yesenia Morales, parte del equipo de trabajo, compartieron algunas vivencias que su congregación ha experimentado en los últimos meses. Este equipo empezó preparándose viajando a otro estado con el propósito de capacitarse en un taller de adoración. Más adelante organizaron un retiro donde los jóvenes de la iglesia tuvieron un tiempo de adoración con música a fin de conectarse con el Señor, “con toda la libertad que necesitaban.” Luego de eso, se les pidió que identificaran el tema que más había tocado sus corazones. Entonces, se les instruyó que hicieran dibujos, describiendo el significado del tema que les había llamado la atención. Al explicar el porqué de sus dibujos, expresaron una diversidad de perspectivas que fueron inspiradas por la canción elegida. “Esto es lo que me pasó a mí;” “Esto me recuerda una vivencia;” “La alabanza me inspiró a esto;” “Este es el sol por la alegría”, etc. Todo esto sucedía mientras ellos estaban escuchando música de alabanza y adoración. Ellos dibujaban lo que les inspiraba. Luego de compartir el tema de sus dibujos y dar testimonio de su significado, los intercambiaban y oraban unos por otros. De este modo, ellos aprendieron una manera diferente de cómo se puede adorar, no solamente cantando o levantando las manos, “sino que lo que yo hago pueda bendecir a otros,” puntualiza Jaime Oliveras.
Los niños participan
Los niños también fueron instruidos para realizar el mismo ejercicio. Se les invitó a pasar al frente y que pintaran en un lienzo grande lo que tenían en sus corazones. Por supuesto, previamente se les explicó acerca de la importancia de incluir otras maneras de adorar. “Todos dibujaron y pintaron coincidiendo que tienen un corazón para Dios; ese fue el común denominador. Fue una experiencia única ver a los niños involucrados en el arte,” afirma Yesenia Morales. Se les hizo mucho más fácil expresarse de este modo. “Porque a lo mejor tú le das una pregunta relacionada a su descripción de Dios, a cómo ellos ven a Dios; a sus sentimientos. Y a lo mejor el expresarlos verbalmente se hace difícil, pero si le das oportunidad de hacer algo que a ellos les gusta, va a ser más efectivo,” añade Jaime Oliveras.
Tanto Jaime como Yesenia coincidieron en que no a todos les va a gustar cantar pero eso no quiere decir que no quieran adorar. Esto lo pudieron experimentar claramente al ver a los niños y jóvenes expresándose con mayor libertad en maneras diferentes. “Entonces de este otro modo los niños y los jóvenes pueden expresarse libremente. Y aún mejor si se les da la oportunidad de que lo expliquen. Porque las artes son una buena forma de comunicar y porque todos pueden usar alguna de las expresiones e involucrarse en la adoración con mayor intencionalidad,” dijo Jaime Oliveras.
Todo este mover del Espíritu Santo en la congregación ha provocado que muchos de sus miembros quieran ser adoradores, involucrados en la vida de la iglesia. Jaime comparte que se ha despertado un hambre de ser un adorador. Dice que ahora hay personas que quieren formar parte del grupo de adoración. “Hasta tenemos una lista de hermanos y hermanas que quieren aprender un instrumento como piano, guitarra o batería. Todo el mundo quiere aprender todo lo que hay. Y todos tienen un espacio en la casa del Señor,” dijo Jaime. Lo que ha buscado este proyecto es inculcar en las personas que entiendan que cuando llegan a la iglesia, lo hacen juntos para adorar el Señor como cuerpo, como comunidad. “Como en el pasado cuando lo hacían juntos y unánimes. Y entender que nos pertenecemos; que podemos adorar en el auto o en la casa, pero en la iglesia lo hacemos juntos. Se ha creado consciencia. La gente ha respondido muy bien. Hemos experimentado una ministración impresionante, algo que en cierto modo se había perdido,” dijo Jaime. En Casa Ebenezer, ahora se invita a las personas a pasar en frente a cantar junto con el grupo que está ministrando y a tener la libertad incluso de orar unos por otros. Todos están involucrados, incluyendo quienes viven con discapacidad.
Se supo que la congregación ya había tenido la inquietud de prepararse para atender a personas con discapacidad, gracias a la iniciativa de la pastora Ivelisse Castro. Este proyecto vino a consolidar ese llamado, también debido a que en la congregación había algunas necesidades de niños con trastornos del espectro autista (TEA), que debían ser respondidas. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) consideran que “los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo causadas por diferencias en el cerebro. Las personas con TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción sociales, y conductas o intereses restrictivos o repetitivos. Las personas con TEA también podrían tener maneras distintas de aprender, moverse o prestar atención.” Muchos padres y madres deben lidiar en la vida cotidiana, solos con la crianza de sus hijos o hijas, y además con el estigma negativo que acarrea el autismo en la sociedad. Pero esto no sucede en Casa Ebenezer.
La iglesia se preparó, trajo recursos, y entendió la responsabilidad de incluir a todos en el servicio. “Un momento especial fue cuando al pedirle a uno de ellos dibujar, lo que plasmó fue un corazón y la palabra Jesús. Para mí fue una lección. Ellos tienen en verdad tanto para dar, y tenemos que aprender a permitir que puedan expresar lo que tienen dentro. Hay que poner más atención en ellos,” recordó Jaime.
El hecho es que este proyecto auspiciado por el CICW ha creado conciencia para incluir. “No solo niños con autismo, sino que también tenemos en cuenta incluir a niños con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) u otros problemas de aprendizaje. Esto ha desafiado a los congregantes. Se ha entendido que para adorar no hay limitación en la condición, simplemente lo hace quien ha entendido que hay un ser más grande que nosotros y se merece nuestra alabanza. Entonces puede haber alguien que no puede verbalizar o entonar, pero sí expresarse de diferentes modos creativos,” dijo Yesenia Morales.
Finalmente, los líderes del proyecto “De Corazón a Corazón” expresaron su agradecimiento en nombre de los pastores José e Ivelisse Castro y de la iglesia Casa Ebenezer. “Les queremos dar las gracias a todo el equipo de trabajo de Calvin por la oportunidad y por el apoyo. Ha sido de bendición. Ese apoyo y ese impulso es vital para que uno empiece a trabajar de modo diferente. Nos estamos llevando una gran experiencia de aprendizaje que va a redundar en la bendición de muchas almas. No solo en nosotros como líderes sino en mucha gente.”
Creative Visual Worship as a Way of Promoting Greater Involvement and Accessibility
In 2022, Iglesia de Dios Casa Ebenezer in Kissimmee, Florida participated in Calvin Institute of Christian Worship’s Vital Worship, Vital Preaching Grants Program, which led to the development of a project titled “De Corazón a Corazón” (“Heart to Heart”). This project has brought forth an awakening in the worship, vitality, creativity, and accessibility of the congregation. Through this project, designed by Casa Ebenezer’s own leadership, congregants were educated on a deeper understanding of biblical worship, taking into consideration the diversity of their worshipers. The church’s goal became to unify every generation represented and to fulfill needs around language (translation) and other forms of communication.
Through the fulfillment of the “De Corazón a Corazón” project, congregants of Casa Ebenezer learned to become more intentional, integrating the arts and other methods into worship, and cultivating a stronger sense of community, an emphasis on the “we” instead of the “I.” This of course also meant actively including congregants with disabilities in the church’s worship experiences.
Jaime Oliveras, project director, and Yesenia Morales, member of the project’s working team, shared some of their experiences from the past several months. They both share that, first, the team educated itself. For this, they traveled outside of Florida to receive training at a worship ministry workshop. Afterwards, the team organized a retreat where young people were invited to worship musically with openness and “all of the freedom they required.” Following this session, participants were asked to identify the song that most resonated with them. They were then instructed to make drawings that expressed and captured the meaning of the song they chose.
When asked about the meaning of their drawings, young congregants shared a diversity of unique perspectives that were inspired by their selected worship songs. After sharing the theme in each of their drawings and giving testimony about the meaning, the young people were given the chance to pray for one another. This retreat allowed for Casa Ebenezer’s youth to learn more about the heart of worship: that it need not be only through singing and the raising hands but in hopes that “we can do something to bless others,” said Jaime Oliveras.
Children Participate
The children of Casa Ebenezer also participated in a similar exercise. They were invited to the front during a service to paint on a large canvas what they felt in their hearts during worship. Of course, they were previously briefed on the importance of including alternative methods of worship in our lives. “Everyone drew and painted in agreement that they have a heart for God; that was the common denominator. It was a unique experience to witness our children being involved in artmaking,” affirms Yesenia Morales. It became clear that it’s much easier for many of the children to express themselves through a visual medium at Casa Ebenezer. Jaime states, “It could be as simple as giving the children a prompt related to their personal description of God, how they see the Lord, and their feelings around this. Yet sometimes expressing these matters verbally can be quite difficult for children. If you give them the opportunity to do it through a medium they enjoy, it’s going to be more effective.”
Jaime and Yesenia agree that not all congregants will enjoy singing, but that does not mean they don’t want to worship together. “Our children and youth were able to not only express themselves more freely, but they also had the opportunity to describe their worshipful creations to others. The arts are truly a good way to communicate and everyone can use some form of artistic expression to become more involved in worship with greater intentionality,” shared Jaime.
All of this movement of the Holy Spirit in the congregation has inspired many of its members to become involved in worship and in the life of the church. Jaime says that a new hunger has arisen to become worshipers at Casa Ebenezer. “We now have an ongoing list of brothers and sisters now who are learning to play various instruments, such as piano, guitar, and drum kit. All of these folks have a place in the house of the Lord.” People are now invited to come up front to sing alongside the worship team that is ministering during service and to pray for one another if they are called to do so. Casa Ebenezer’s “De Corazón a Corazón” project has strived to teach congregants that worshiping the Lord is about coming together as one body, as one unified community. Jaime explains that the project is about understanding that they belong together and “to understand that we can worship in our cars and in our homes, but at church we can do it together. We’ve created a sense of consciousness around this and people have responded very well. We’ve been ministered to powerfully through this process, as a church,” shares Jaime.
Now everyone is involved, even congregants with disabilities. Casa Ebenezer’s pastor, Ivelisse Castro, had previously expressed the importance of attending to issues of accessibility in the church’s worship experiences. Many parents daily grapple with the negative societal stigmas associated with autistic spectrum disorder and other developmental disabilities, often with few resources or spiritual accompaniment. This is not the case at Casa Ebenezer. The project helped to meet this need in that the visual worship medium granted autistic children in the congregation the opportunity to more actively participate. Jaime says, “One of our children drew a heart with the word ‘Jesus’ inside. For me this was a lesson. People with disabilities have so much to share and we need to learn how to allow for these expressions to flow and name what is within. We need to pay more attention to this.”
The “De Corazón a Corazón” project, sponsored by the CICW, has forged greater consciousness around the meaning of inclusion in worship. Yesenia shares, “These opportunities are not only for children with autism but also includes children and youth with attention-deficit/hyperactivity disorder (ADHD) and other learning disabilities. This new focus has challenged many of our congregants. Now we understand that worship has no limits in regard to one’s condition, as long as it’s understood that there is a God greater than us and who is worthy of our praise. In this regard, even those who are non-verbal can express themselves through different creative modalities.”
The project’s leadership expresses their gratitude in the name of pastors José and Ivelisse Castro and all of Iglesia de Dios Casa Ebenezer. “We’d like to express our gratitude to the team at Calvin and for the opportunity and the show of support. It has truly been a blessing. The belief in our work and that impulse is so vital so that congregations may begin to approach ministry in new ways. We have had an incredible educational experience that will continue to bless many souls, not only for us as leaders, but for so many people in the years to come.”