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La iglesia se ha convertido en el muro de los lamentos

Porque su adicción a las emociones no generan ningún cambio, dice el pastor Javier Buelna.

This conversation was conducted by Jaime Lázaro in Spanish. Read it in English here.

Sólo contaba con tres años de edad cuando Javier Buelna emigró a los Estados Unidos.

Al pasar el tiempo, los planes de Dios permitieron que él, junto a su esposa Cynthia se hicieran cargo como pastores de una pequeña misión que fue movida al Sur Centro de Los Ángeles en febrero del 2004.

A finales del 2005, el Centro Cristiano “Restauración Total” (CCRT), nació como obra independiente, y fue legalmente incorporada. Desde su lanzamiento, CCRT ha servido como casa de refugio a numerosas familias. Esta iglesia sirve como un lugar de adoración al igual que como un lugar de crecimiento personal y espiritual, a través de enseñanzas, conferencias y consejeria bíblica.

Actualmente, CCRT tiene cerca de 400 miembros, conformado por unos 100 niños y gente de todas las edades.

Esta interesante entrevista me ha desafiado a compartir estas interrogantes que nos invitan a reflexionar:

  • El pastor Javier Buelna afirma que la gente está adicta a las emociones, a consumir. Dice que quieren la experiencia mas no la responsabilidad de seguir a Jesús. ¿Será que se ha creado una subcultura “cristiana”, que adora superficialmente?
  • El pastor, considera que la adoración y la predicación son un alimento, por lo tanto no se puede estar comiendo lo mismo desde hace 20 años. El cree que se han quedado ahí con sus experiencias, a lo mejor sólo para liberar sus emociones. ¿Quiere decir que quienes siguen cantando sus canciones e himnos de antaño no están avanzando en los caminos del Señor?
  • Buelna ha tenido varias malas experiencias con adoradores foráneos que visitan las iglesias. Ha visto mucha arrogancia y tarifas inaccesibles para tenerlos en su Templo. ¿Deben hacer algo los líderes más influyentes o la comunidad cristiana para corregir esto?   

A continuación el desarrollo de la entrevista:

Consideras a tu Iglesia como Carismática, Conservadora o tiene ambas cosas
La considero una Iglesia diferente a la tradicional. 

¿En qué sentido?
Es Carismática y Conservadora a la vez, pero sin el miedo de irnos contra la corriente. Yo diría que tenemos el corazón Pentecostal con la estructura de (la ciudad) de Los Angeles. Una Iglesia tipo Hillsong, que es contemporánea pero conservadora a la vez.

¿Es una iglesia accesible para todo tipo de gente?
Si. Uno de nuestros valores es “amar a cualquiera” y eso no implica aceptar su comportamiento pero lo aceptamos como persona. Eso nos ha dado mayor impacto donde estamos.

¿Juega un papel importante la Adoración en tu Liturgia?
La adoración debe de jugar un papel importante por el hecho de que es lo que prepara no sólo el corazón, también el ambiente, la atmósfera, para continuar el resto del servicio.

¿Qué es para ti la Adoración?
Para mí es esencial, es un acto personal entre el Señor y yo; entre el Espíritu Santo y yo. Una expresión en forma de canción de lo que yo siento acerca de él y de lo que él es para mí.

Entonces, no necesariamente la Adoración tiene que ver con la música. ¿Cierto?
No, no, no. La música es el vehículo que lleva al pasajero.

¿Es el único vehículo que te lleva a una vida de adoración?
La adoración para mí no es música, la música es parte. Adoración es oración, relación, estar consciente de Dios, vivir una vida que place a él. La Adoración no está encajada entre música sino que es un acto, una forma de vivir, la música es una de las formas como expresamos la adoración.

Pero ¿Es un buen vehículo para tener una vida de Adoración?
La adoración en forma musical es poderosa, porque nos permite decir o expresar cosas que de otra manera no tendríamos las palabras para proyectar. Por ejemplo hay una canción que interpretamos en la Iglesia que se llama “Gracia Sublime es”. Habla de cómo él tomó mi lugar, de cómo llevó mi cruz, de cómo Dios toma a personas huérfanas y las hace hijos y todo sin merecerlo. ¿Por qué? Porque “Gracia Sublime es”. Cuando cantamos esa canción, nos permite entender y tener una experiencia con Dios a través de la Adoración.

¿Qué habilidades has visto en un buen adorador?
He visto la habilidad de poder discernir el estado espiritual en que la gente se encuentra, y utilizar la música para llevarlos a una ministración de proyectar amor, esperanza, sanidad o simplemente agradecimiento. Esas son las dos habilidades o frutos que he visto en los adoradores, el discernir y ministrar en la necesidad de la gente a través de la música.

¿Qué elementos consideras importantes para incluir una canción en el repertorio de temas durante la Adoración?
La lírica es muy importante. La lírica debe tener fundamento bíblico. No solo una teología pero tiene que estar de una forma u otra, centrada en el Padre, El Hijo y el Espíritu Santo y en lo que Dios es.

¿Que desafíe también?
Que desafíe a la persona. Que nos de un entendimiento y una experiencia con quien es Dios. Nosotros buscamos que la lírica sea correcta, sea relevante y que tenga un sentido bíblico. Porque hay muchos cantos en estos tiempo donde hablan indirectamente de Dios. Entonces, si hablamos indirectamente de Dios ¿Cómo vamos a tener una experiencia con él? Para mi, la adoración cantada es una predicación en forma de cantos, cuando tienes las líricas apropiadas.

¿Cuáles son las letras que más te atraen para escoger canciones?
Para mí son dos cosas: Uno, que sea algo que nos despierte la esperanza y dos, algo que me revele quién es Dios. Por ejemplo, canciones viejitas como “Yo me rindo a él”, es una canción que simplemente nos permite estimular el deseo de rendirme a él. Porque en él encuentro paz, en él encuentro seguridad. Cuando empiezas a cantarlo, se empiezan a estimular nuestros sentidos, nuestro libre albedrío, comienza a estimular nuestro deseo de simplemente decir “quiero rendirme a él”. Viene a ser el vehículo que nos permite acercanos a Dios y “tocar el trono de gracia”, como dice la Palabra.

¿Qué papel juegan las emociones en ese tiempo de Adoración?
Las emociones son parte de quienes somos. Algunos pastores dicen que quieren música santa, esa música que no estimula las emociones. Pero Dios es un ser emocional. Para que nosotros podamos elevar una adoración en espíritu y en verdad, tenemos que estimular las emociones. Y las emociones no se estimulan para simplemente dejarnos ahí, sino para transferirnos de donde estamos a donde podemos estar, a través del Espíritu.

¿Cómo tienes cuidado para que junto a la emoción en el tiempo de Adoración el mensaje quede grabado en ellos?
Yo estoy constantemente en conexión con los pastores de Alabanza y Adoración. Yo comparto con ellos, les enseño, les instruyo, para proyectar el corazón de Dios y mi corazón como pastor, acerca de lo que debemos llevar a la Iglesia en el tiempo de adoración. Es donde yo puedo asegurarme y ser intencional, que el Ministro de Música entienda cuál es el propósito de la adoración.

¿Qué es más importante, la música o la letra?
Tiene que haber un balance. Porque puede haber una canción con una buena lírica y una horrible melodía o una canción con una hermosa melodía que no dice nada. Creo que es igual que una predicación, podemos tener un buen contenido, pero una incorrecta entrega. Hay temas que tienen una letra simple pero profunda, que toca a la gente, es cuando la simpleza te lleva a la profundidad. La música debe tener un balance. Cuando predico me pregunto qué quiero decir, por qué lo voy a decir y cómo lo voy a decir, porque mi mensaje está conectado a mis emociones. Igualmente es con la música: qué quiero cantar, por qué lo quiero cantar y cómo lo vamos a cantar. Te comparto una historia: Durante los primeros cinco años de vida de nuestra Iglesia, ministraba mucho. Llamábamos al altar, porque somos de raíces pentecostales y creemos en los dones, en las lenguas. Miraba cómo la gente tenía muchas experiencias y lloraban y se deshacían en el altar, pero era siempre la misma gente que nunca cambiaba. Un día en oración (y es mi revelación), le preguntaba al Señor acerca de esta gente. Dios me dijo que toda experiencia se graba en la conciencia y en la subconciencia y con el tiempo, puede activar la experiencia que un día tuviste y a la vez, poder sentir lo mismo que un día sentiste. Lo que descubrí es que mucha gente estaba teniendo encuentros con Dios en el altar, pero no en el presente sino en la historia de su pasado. Porque una canción favorita tocaba y estimulaba sus emociones, una canción que le recordaba cuando eran niños o una experiencia en su vida que tuvieron cuando se tocó esta canción y años después al escucharla, estimula la memoria y también la experiencia. Son emociones que debemos permitir procesarlas conforme a la experiencia que estamos teniendo. Si mi mamá se muere, yo como pastor y hombre de fe, voy a llorar, pero a veces la misma Iglesia nos ha enseñado a eliminar las emociones, por temor de caer en un emocionalismo. Nos dicen: “hermano para qué llora, usted debe tener fe”. Y nos matan, nos quitan nuestras expresiones y emociones. En lugar de eso, deberían decirnos: “está bien, se vale expresar”. Entonces, lo que nos impide tener una experiencia es no permitir que nuestras emociones puedan fluir.

¿Crees que el “machismo” impide este fluir?
Si, el hombre tarda en reaccionar, por la cultura secular y por la misma cultura de la Iglesia, porque proyectamos que el hombre es firme y fuerte. Estamos doblemente atados. Incluso el Espíritu Santo empieza a trabajar en nosotros y como lo hace en colaboración con nosotros mismos, cuando comenzamos a resistir, aunque él quiera hacer cosas mayores, no las hará por el hecho que no nos disponemos para que lo haga. No le permitimos.

¿Qué experiencias han tenido en el tiempo de Adoración?
Hemos tenido muchas experiencias, en las que no he podido ni predicar, por la presencia de Dios. El comienza a tocar, a obrar, a hacer maravillas, en ese momento yo me pregunto qué más voy a hacer en el tiempo de predicación, cuando él ya lo hizo.

¿Qué fruto produce la Adoración?
Creo que el fruto principal de la adoración debe ser una identidad cambiada, un hambre continuo de seguir adorándolo, aún después de la música.

¿Piensas que los latinos llegan a la Adoración para recibir o para dar?
Honestamente, creo que estamos en un tiempo que la gente se ha vuelto muy consumista, porque incluso es el reflejo de la nación en que nos encontramos. Estados Unidos, antes era la casa de producción, porque producía todo, ahora es el consumidor de todas las cosas. La misma cultura que tenemos ha influido en la Iglesia.

¿Está la gente adicta a la emoción?
Si. Está adicta a las emociones, a consumir, a sentirse bien, a lamentarse. La gente viene en adoración a lamentarse y eso no genera ningún cambio y no nos hace diferentes a otras religiones. Lo mismo que ir a arrodillarse, hacer alguna señal, escuchar himnos y lamentarse y llorar. La Iglesia se ha convertido en el muro de los lamentos.

¿Respetar y adorar a un Jesús sin necesidad de imitarlo ni de seguirlo?
Así es. Quieren la experiencia mas no la responsabilidad de seguirlo.

¿Crees que mucha gente está en ese camino?
La mayoría de las Iglesias con las que he tenido contacto, están en ese camino. Si usted ve la dinámica de los servicios, es la misma de hace 20 años. Si escucha el repertorio de música, es el mismo de hace 20 años. Usted puede ir a cualquier iglesia latina en Estados Unidos y le aseguro que van a cantar dos o tres cantos que usted se sabe. Entonces, si consideramos que la adoración como la predicación es un alimento, se está comiendo lo mismo de hace 20 años y se han quedado ahí con sus experiencias. A lo mejor es solo para liberar sus emociones.

¿Cómo salir de esto?
La salida de esto comienza con el pastor, con su relación con Dios, con su propia identidad y conocer a qué Dios le mandó y qué se va a requerir. En el área donde estamos, en el Sur Centro de Los Angeles, donde hay 450 iglesias, el 95 por ciento de los pastores tienen el mismo diseño, la misma dinámica y la misma visión.

Y es fácil tener un programa bien estructurado en la Adoración que toca las fibras de la gente pero que no genera un cambio que produzca frutos del Espíritu. ¿Verdad?
Es muy fácil. Yo puedo llevar toda la vida predicando, usando contenido bíblico, sano y nunca producir nada, porque no estoy predicando con propósito, conforme a la necesidad que la gente tiene. Hay ambientes en donde a pesar de tener la correcta adoración, no nos permite producir nada. Al mismo Jesús, habían ambientes donde no le permitían producir milagros. El trabaja en colaboración con el hombre. “El que tenga hambre y sed de justicia será saciado”. “venid a mi… y me encontrarás”.

Hace un momento hablaste acerca de estas dos culturas que limitan en cierto modo al hombre a expresarse de una manera más rápida ante el toque divino. ¿Será que la Iglesia al referirse siempre a un Dios masculino reafirma la identidad machista del latino?
Si, yo era así por mi vocabulario, mis expresiones y mi terminología. Le daba de comer a la cultura machista. Incluso hay Iglesias que dicen que la mujer se calle en la congregación, que se someta y no diga nada. Eso le da un alimento al hombre. La Iglesia es como el pastor la formó. Dios no es machista, no es un controlador. Por eso hay mucho legalismo en la Iglesia, porque hay una autoridad masculina de control, y esto se da porque hay inseguridades en el pastor o en el lider.

¿Piensas que en su mayoría, los latinos se imagina a Dios como un ser masculino?
Si. Incluso cuando hablamos de Dios, cuando hablamos de la paternidad de Dios. En la experiencia en general, mucha gente no se crió con un padre. Cuando se dice “busque a Dios como padre”, el corazón dice sí, pero la mente dice, “pero ¿Eso cómo se da?”. Como la experiencia de padre-hijo nunca existió, y si hubo está distorsionada, cuando presentamos a Dios como Padre, no lo pueden interpretar. Entonces, cuando el pastor es brusco, controlador, la gente no lo ve mal, porque así miraba a su padre terrenal. El pastor está gritando, está regañando a la gente y están encantados de la vida. Dicen, “¡Cómo me ama el pastor!”. Pero la paternidad de Dios, es totalmente lo contrario. El problema más grande es que si la Iglesia va a cambiar en la adoración, en la predicación, en la experiencia, debemos descubrir la paternidad de Dios como pastores primero y luego nuestra congregación.

¿Has incorporado arte en la Adoración?
Hemos introducido desfiles de banderas, listones y panderos. He visto lugares donde están incorporando arte contemporáneo de pintura y dibujo, en tanto el tiempo de adoración se está dando.

¿Piensas que nuestra comunidad latina está lista para incorporar nuevas formas de adorar?
Pienso que no. En 10 años, crecimos de cero a 700 personas; hace cinco años se redujo a 50 personas. Perdimos cientos, porque cada vez que quería cambiar algo, la gente no entendía, se molestaban y se iban, porque no están preparados para incorporar o añadir cosas nuevas en el servicio.

¿Es que quieren que sea en la manera en que aprendieron?
Si, yo luché contra todo eso. Fuimos contra la corriente, contra la tradición, contra la cultura, contra la religión y contra los moldes establecidos. Y cada vez que yo cambiaba algo, la gente decía: “es que así no se hace pastor”. Y por qué preguntaba. “Es que así me enseñaron a mi”, respondían. Se aferraban a eso, y aunque yo les enseñaba con la Palabra cuál era la forma correcta, el orgullo religioso y tradicional los llevaba a decir: “yo se, pero a mí me enseñaron así”.

Si hablamos de los ritmos en la Adoración ¿Si puedes saltar de un ritmo a otro?
No. No es tan fácil. También luchamos.

¿Te dejas influenciar por Hillsong, Miel San Marcos, etc.?
Si. Ellos y otros como Marcos Barrientos y todos los hombres y mujeres que Dios está levantando. Pienso que no debemos inclinarnos solo a una persona, porque es un error fatal.

¿Has tenido alguna mala experiencia con adoradores?
Si. He tenido varias malas experiencias. Uno puede oirlos en un CD o verlos en un concierto, pero cuando hay un acercamiento, salen los colores. Yo creo que muchos de ellos, comienzan a malentender para qué realmente son sus plataformas. He tenido experiencia donde he visto mucha arrogancia, me he acercado a saludarlos y me han dicho que no tienen tiempo. Les he dicho que quiero tenerlo en mi Iglesia para que la gente entienda la Adoración y los precios son tan altos, que es imposible conseguirlos para una bendición del Reino.

¿Estas acuerdo con contratar a éstas personas para hacer el trabajo de ganar gente para las Iglesias?
Yo creo que el obrero es digno de su salario. Pero pienso que debe ser algo justo y acorde.

Pero no atenerse exclusivamente a la presencia de ellos para tener una estrategia de alcance ¿Verdad?
No. Yo creo que no, incluso yo creo que Dios no nos necesita a nosotros para llevar a cabo su propósito, simplemente nos permite ser parte.

¿Cómo enseñas a tu gente que la Adoración no se da única y exclusivamente en el templo?
Hago mucho énfasis en esta enseñanza. Incluso, cuando levantamos diezmos y ofrendas, también enseñamos que es un acto de adoración. Porque para mi el dar está conectado con amar. Y el corazón tiene mucho que ver con la adoración, es formar una cultura de adoración, de dar, de cambios… ¿Por qué la Iglesia se resiste a los cambios? Porque no hay una cultura de cambios. La mayoría de latinos interpretan los cambios como que algo está mal, y no es así. No tienen que estar las cosas mal, para cambiar, incluso creo que vamos a cambiar porque está bueno… pero queremos ser mejor. También porque los cambios los desafían, los retan. Los cambios quieren decir que tienes que aprender de nuevo, aprender más, sacrificar más. Es más fácil quedarse en la esclavitud de la comodidad que salir al desafío de lo desconocido. Entonces, enseñamos acerca de la adoración en forma literal. Si aplaudimos, por qué lo hacemos, si levantamos las manos, les enseñamos que es un acto físico de expresar libertad. En lugar de decirles simplemente que lo hagan, les explicamos el por qué lo hacemos. Les decimos por qué queremos que vengan al altar, porque eso no es para que pasen los pecadores de primera clase. A veces se requiere de un acto físico para estimular algo interno. La adoración no solo es un acto interno, también es un acto físico y emocional.

¿Es la adoración es un acto espiritual, físico y emocional?
Si. Y es lo que el hombre es. Por eso, cuando predico, trato de estimular la mente, el corazón y el espíritu. ¿Cómo estimulo la mente? Con información, con el relato de algo objetivo que sucedió. Estimulo el corazón con una historia personal o una analogía, etc. Y el espíritu solo lo puedo estimular con la Palabra de Dios.

¿Juegan un papel importante las emociones?
Yo creo que si. Porque las emociones no pueden estar separadas a todo lo que somos como seres humanos. La emoción es parte de nuestro diseño.

¿Es porque la emoción facilita el ingreso del mensaje?
Si. Facilita el ingreso del mensaje, lo estimula, lo amplifica, lo proyecta. Entonces, la emoción es parte de quienes somos. Algunos de mis congregantes, a veces me han hecho saber que les gustaría que yo fuera más serio. Lo dicen, porque muchos han asociado la seriedad con la santidad. Pero yo he anhelado ser libre y diferente, no por irme contra la tradición, y causar oposición, lo que pasa es que me cansé de jugar un papel espiritual, me cansé de cumplir las leyes y las condiciones, las expectativas que te enseñaron en el instituto bíblico. Porque en su momento yo experimenté un triunfo público pero un desastre en privado. Es decir el único tiempo cuando me sentía libre o de valor, con una identidad, era cuando yo predicaba.

Y eso se transmite…
Si. Eso se transmite. Una iglesia es religiosa, no por la gente, por el pastor. Una iglesia legalista es construída por el pastor. Yo era un triunfo público pero un desastre en privado. Porque en la casa ya no tenía identidad, porque no estaba predicando. Yo me identificaba por lo que hacía y no por quien yo era. Entonces, en la casa, me sentía como un cualquiera, perdido, desafiado, confundido, enojado, culpable. No sabía cómo procesar mi pasiones desordenadas, mis adicciones. La única manera en que me sentía valorado era cuando estaba haciendo algo para Dios. Y luego venía la culpabilidad de cómo puedo hacer eso para Dios si soy un pecador. Un día fui ante Dios y le dije: “Señor, yo soy un desastre, necesito que me liberes”. El me habló y me dijo “Se tu”.

¿Repercutió eso en la transmisión de la Adoración?
Si. Cuando el Señor me dijo “Se tu”. Le dije que no se quien soy. Empezó a decirme que es mi padre, pero yo nunca tuve un padre, le dije que no sabía expresar palabras para un padre. Dios me ministró, me cambió y me permitió ser yo. Porque más esfuerzo se requiere para no ser yo, que simplemente ser yo. Cuando yo me permití ser yo mismo, cuando me acepté como Dios me acepta y busqué su voluntad, cambió mi ministerio porque yo cambié. Y la gente comenzó a libertarse y a los que les gustaba quedarse así, armaron pleito y se fueron.

Es que estaban identificados con el viejo Javier…
Si. Incluso había gente me decía: “Pastor, usted cómo ha cambiado…”. Yo les decía que no es que yo haya cambiado, es que por fin me permití ser yo mismo. Soy feliz y así me ama el Señor. Eso me permitió ofrecer una verdadera adoración, porque debe ser en Espíritu y en Verdad.

¿El éxito de la Adoración en una Iglesia depende de lo genuino del pastor?
Todo comienza con el Pastor. Como dice John Maxwell, “el liderazgo comienza con el lider”, si se derrumba es por causa de el lider. Cuando me estaba descubriendo, predicaba con un corazón frustrado, por sueños no cumplidos, resultados no obtenidos. Un corazón decepcionado, por la gente y su falta de compromiso y con un corazón enojado. Conforme al estado de mi corazón así salía la predicación, porque de la abundancia del corazón habla la boca. En lugar de revelar a Dios a través de su Palabra, revelaba mis frustraciones, la gente pensaba que yo estaba enojado con ellos. Ahora, cinco años después de romper moldes, somos una Iglesia totalmente diferente, empezando por mi, debo reflejar lo que Dios es y mis líderes también. Porque a veces el pastor demanda a la Iglesia y él y los líderes son lo contrario. Me pregunto: ¿Estamos verdaderamente adorando? Yo creo en general, no. Estamos lamentando, renegando y llorando, pero no estamos adorando. Cuando uno se lamenta, después se siente bien, liberado, pero no es más que un desfogue, pero no fue una experiencia espiritual.

¿Es una imitación de la libertad?
Si. Es una imitación de la libertad. Son prisioneros de esperanza.

Y la Adoración jugó un papel importante en ese crecimiento…
Si, porque no puede haber avivamiento sin música avivada, la Palabra nos habla de la importancia de la adoración. Creo que Dios está desafiando a que los sistemas antiguos cambien, que la metodología cambie, que nuestras estructuras cambien. Porque a veces nuestra estructura está matando el crecimiento.