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La adoración en tiempos difíciles

El planear la adoración durante una crisis, transición o un conflicto puede ser más desgastante de lo normal sin embargo los servicios planeados de manera inteligente pueden aliviar la tensión y ayudarle a la iglesia a mantener la mira en la misión. De hecho, cuando se adora en medio de circunstancias difíciles, esta adoración puede proporcionar en sí misma una importante oportunidad para que en la congregación se aprenda y sane. Los que participan en la planeación de la adoración deben hacerse las siguientes preguntas cuando hagan los planes durante tiempos difíciles.

El planear la adoración durante una crisis, transición o un conflicto puede ser más desgastante de lo normal sin embargo los servicios planeados de manera inteligente pueden aliviar la tensión y ayudarle a la iglesia a mantener la mira en la misión. De hecho, cuando se adora en medio de circunstancias difíciles, esta adoración puede proporcionar en sí misma una importante oportunidad para que en la congregación se aprenda y sane. Los que participan en la planeación de la adoración deben hacerse las siguientes preguntas cuando hagan los planes durante tiempos difíciles.

P ¿De qué manera este problema hará que nos sea difícil adorar?

R En primer lugar, durante tiempos difíciles ciertas partes de la liturgia puede sentirse como algo que es incómodo. Por ejemplo, para algunas congregaciones puede ser difícil cantar alabanzas a Dios cuando enfrentan una tragedia. Otras pueden sentir que es impropio un servicio de confesión y confianza cuando hay un conflicto latente. Y otras pueden sentir que hay tensión durante la celebración de la santa cena, que por un lado invita a un tiempo para la reflexión y penitencia y por el otro propicia que comamos juntos como comunidad.

En segundo lugar, las congregaciones que ya han estado experimentando algunos conflictos sobre asuntos que tienen que ver con la adoración pueden darse cuenta como esas tensiones aumentan durante los tiempos difíciles. Los miembros que están molestos por cierto problema pueden enfocar su frustración en asuntos que tengan que ver con la adoración. Alguien que en circunstancias normales no se quejaría de los cantos que no le gustan, por ejemplo, puede hablar en contra de ellos sin escrúpulo alguno ya que su ansiedad ha aumentado debido a las dificultades que experimenta.  

Finalmente, a algunos miembros de la iglesia les puede parecer muy difícil adorar durante tiempos que sean dolorosos. Puede que ellos estén luchando mucho con algunas preguntas –sobre Dios y su providencia o sobre lo que la iglesia debe ser y no lo que la iglesia es– al punto que su deseo y capacidad para adorar se estanquen por un tiempo. Los líderes de la iglesia deben ser muy sensibles al atender a estas personas y cuidarlas pastoralmente.    

Q ¿De qué manera nos puede ayudar la adoración a recordar quienes somos y a explorar dónde estamos y a donde debemos ir?

A En tiempos difíciles necesitamos recordar que la adoración antes que nada se trata de Dios y no de nosotros. En tiempos de conflicto y crisis tendemos a concentrarnos en nosotros sin embargo necesitamos recordar nuestro lugar en este mundo y como Dios en su providencia cuida de todas las cosas. La adoración nos puede permitir distanciarnos  emocionalmente de la crisis o del conflicto por un tiempo ya que nos permite ver más allá de nosotros mismos y nos ayuda a ampliar nuestro horizonte con respecto a que la familia de Dios es más grande y también lo es la narrativa de las Escrituras.

Los tiempos difíciles nos permiten escuchar de modos diferentes los temas bíblicos de la historia redentora, la promesa del perdón por medio de la cruz y nuestra esperanza en la segunda venida, y la restauración del nuevo cielo y la nueva tierra. Además, al oír las historias bíblicas otra vez, podemos comprender mejor nuestra propia historia. Si pensamos en las partes de la narrativa bíblica que resuenan con más fuerza en nuestras vidas ahora, tal vez se nos aclare nuestra presente situación. Saber que el mundo y la iglesia están en las manos de Dios nos da la confianza que nuestro dolor no será eterno.

P ¿Cómo podemos tratar en la adoración la realidad de nuestra lucha en una manera apropiada y honesta, y aún así continuar con el proceso de sanidad sin apresurarlo? 

R Darle la cara a la lucha en vez de ignorarla puede ser bueno para la sanidad de la congregación, ya que reduce su nivel de ansiedad y tiene como consecuencia última la reconciliación. Además, en consideración a los visitantes, esto se debe hacer con sumo cuidado. Los líderes deben darse cuenta que la manera en la que ellos manejen una situación difícil le dice mucho a la gente que está pensando en ser parte de la iglesia. Habrá situaciones en las que el problema o no se pueda o no se deba mencionar sin embargo aún en estos casos los líderes pueden proporcionar consuelo y confianza por medio de oraciones, cantos y mensajes que se han escogido teniendo en mente este contexto en particular.  La congregación hará la conexión a diferentes niveles de acuerdo a lo que sabe de la situación y los temas pastorales trataran con otras situaciones de dolor en la vida de las personas. Si orientamos de esta manera el servicio de adoración el efecto que produzca la sanidad podría ser aún mayor.

En congregaciones que están experimentando problemas, los momentos de confesión deben ser sinceros pero no se deben forzar. A las personas no se les debe pedir que digan palabras que no sienten o en las que no creen. Necesitamos proveer un espacio tanto por lo que decimos como por la manera en que lo decimos. Por la misma razón, debemos alentarnos unos a otros en el amor y las buenas obras y ayudar a la gente a que busque la reconciliación

Los temas comunes del año eclesiástico pueden “sonar” diferente durante un tiempo difícil. Eso se debe a que la “acústica” emocional en la iglesia ha cambiado a causa de la situación difícil. Por ejemplo, durante una crisis se siente diferente el anhelo de que llegue  el adviento y la espera del mismo. Las congregaciones puede que necesiten ayuda para reconocer por qué les cuesta trabajo entonar cantos navideños, o tal vez por qué solo quieren entonar cantos navideños y evitan los sentimientos que evocan los himnos de adviento.  

Se puede planear un servicio por separado que se realice cualquier noche durante la semana y tenga como fin la confesión, reconciliación y sanidad así las personas podrán escoger si es que quieren asistir. La fecha y hora para dicho servicio o cualquier forma de tratar estos asuntos se deberá planear con mucho cuidado. Las congregaciones tienden a olvidar muy pronto, y luego, como piensan que ya trataron el asunto, se cierran y dejan de aprender lo que necesitan aprender durante ese proceso. Es muy raro que el perdón se lleve a cabo en una sola ocasión.

P ¿De qué manera los hábitos regulares de la adoración proporcionan consuelo y estabilidad en tiempos de transición?

R Aun en las iglesias que prefieren una liturgia flexible, el consuelo y la estabilidad en tiempos difíciles se pueden obtener si se usan semana tras semana las mismas palabras, oraciones y cantos. Cuando pareciera que todo lo demás no es seguro, necesitamos calma en la adoración y la seguridad de un Dios que cumple sus promesas y que hará que todas las cosas obren para nuestro bien.    

Si el tiempo difícil tiene como factor principal la ausencia de un pastor regular, la congregación podría escoger entre un puñado de personas que pueden dirigir bien la adoración, y puede permitirles que se turnen para estar a cargo de la liturgia. Aunque cada semana haya un predicador invitado diferente, la congregación encontrará consuelo en los liturgistas que ellos conocen y en quienes confían. Una opción todavía mejor podría ser llamar a un pastor interino para que se haga cargo de la dirección por un periodo largo. 

Durante ese tiempo de transición se debe formar un equipo para planear la adoración que esté conectado de modo natural con los ancianos. Esto es crucial para la salud de la congregación y para su vida de adoración. Las personas que están a cargo de planear la adoración pueden tomar mejores decisiones si están enteradas de las dinámicas de la transición.

P ¿Cómo mantenemos informada a la congregación durante un tiempo difícil?

R Cuando los líderes congregacionales están lidiando con un asunto delicado (remplazar al pastor, ser mediadores en un conflicto, planear las nuevas instalaciones, y otros más) deben mantener a la congregación informada lo mejor que puedan. Mantener a la congregación al día con las noticias aunque éstas no contengan mucha información nueva, hará que aumente la confianza en los líderes. En especial cuando hay una baja en el personal, las congregaciones deben estar seguras de que se está planeando debidamente. En cuanto a esto, puede ser muy útil imprimir el programa de los próximos temas de adoración y de los predicadores invitados.    

P ¿Cómo oraremos durante los tiempos difíciles?

R Lo más apropiado durante los tiempos difíciles sería usar las oraciones de las Escrituras sobre todo cuando no es fácil encontrar las palabras adecuadas. Esto también le puede ayudar a las personas a conectarse en un modo diferente con la narrativa bíblica. Los líderes de la adoración deben ser un modelo al orar con confianza al mismo tiempo que deben estar conscientes de lo ambiguo de la situación. Ayudaría hacer oraciones en las que se repita la historia de la comunidad. Los líderes deben asegurarse al orar de que incluyen a toda la congregación, a los que podrían estar lastimados por la crisis, la transición o el conflicto; a los que deben guiar a la congregación a través de este tiempo difícil; y a los que están ausentes y que no pueden manejar la situación.   

P ¿Cómo se pueden celebrar los sacramentos de manera significativa durante un tiempo difícil?

R Los votos que hace una congregación durante un bautizo le recuerdan a las personas no solo lo que es importante en la iglesia sino lo que los mantiene unidos. Un servicio donde se realiza un bautizo nos debe recordar a todos nosotros nuestro bautizo y lo que significa pertenecer a la familia de Dios. No pospongan la celebración del bautismo a causa de los tiempos difíciles; la congregación se consolará y animará por este acontecimiento que a su vez afirmará a la comunidad.   

Asimismo, algunas iglesias tienden a no celebrar la santa cena durante la crisis en lugar de usarla como un momento para la sanidad. La celebración de la santa cena sería una re-colección de lo que ha sido des-membrado en la comunidad en conflicto. Podría llevar a que la comunidad se una en Cristo. La santa cena también puede ser un tiempo importante para la confesión y reconciliación. La preparación para la comunión puede usarse deliberadamente para la reconciliación en congregaciones que han pasado por conflictos o están sufriendo por una crisis.

This article was first published in English by Reformed Worship.